Pudo Zaldívar evitar ataques al Poder Judicial

PULSO POLÍTICO

Francisco Cárdenas Cruz
Francisco Cárdenas CruzLa Razón de México
Por:

Tuvieron que transcurrir cuatro meses de estar en el blanco de críticas de todos calibres, no solamente personales sino también del Poder Judicial, para que el presidente de la Suprema Corte, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, anunciara que no aceptará la prolongación de su mandato dos años más, lo que de haberlo hecho en su momento, pudo librar de tantos ataques a impartidores de justicia.

En víspera de que se presente el proyecto que los 10 ministros que lo conforman votarán en contra de esa reforma, el presidente del alto tribunal se apresuró a confirmar que concluirá su período el 31 de diciembre del año próximo para el que fue electo, con lo que habría evitado que tras enterarlo de esa decisión, el Presidente Andrés Manuel López Obrador reaccionara con enojo, arremetiera de nuevo contra el Poder Judicial, dijera que “está podrido” y que, salvo excepciones honrosas, “jueces, magistrados y ministros están echados a perder”.

DE ESTO Y DE AQUELLO

Aparejado a su decisión de no continuar hasta 2024 al frente de la Suprema Corte e interrogado sobre la crisis que priva en el Tribunal Electoral, el ministro presidente declaró que la permanencia del magistrado José Luis Vargas “ya no es viable” y que no hay condiciones para que él siga en el cargo y se ostente de ello y que lo que debería hacer es “dar un paso de lado” y permitir que se retome la institucionalidad de ese organismo.

Dejó claro que la Corte no tiene facultades para intervenir en ese conflicto, salvo que sea por algún medio de defensa, en referencia a la controversia presentada por Vargas ante aquélla y que se tendría que tramitar, por lo que ayer, el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Ricardo Monreal, le solicitó admitir ese recurso y emitir una resolución para evitar un “colapso institucional” en el funcionamiento del Tribunal Electoral.

Aun cuando a estas alturas de la pandemia el color del semáforo epidemiológico ha dejado de tomarse en cuenta por parte de autoridades del sector Salud y gobernadores de las entidades federativas, en el caso de la CDMX, arreció el diferendo que ha existido entre la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, y el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell.

El viernes por la mañana, ella anunció que la capital de la República se mantendría esta semana en el color naranja, a pesar de la alarmante tercera ola de contagios y por la tarde-noche, el polémico funcionario de la Ssa, aseguró que estaría en el rojo, por lo que la gobernante insistió en que aquí se mantendrá el naranja, como quedó.

Esto confirmó que cada día son más frecuentes las discrepancias, críticas y enfrentamientos públicos entre funcionarios morenistas. 

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.