Francisco Reséndiz

Sinaloa bajo la lupa

LAS BATALLAS

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, se ha sumergido en una espiral de pleitos y confrontaciones en la que ha llevado a sus aliados a la cárcel, por la que ha perdido apoyos que le ayudaban a mantener la gobernabilidad del estado y a hundirse en una lucha política que en breve podría detonar una de las crisis sociales más graves del país en la última década.

Rocha Moya cumplirá 75 años. Nació en el mítico Badiraguato. Fue dirigente estudiantil, líder sindical y profesor de matemáticas. Se dice un hombre de izquierda pero sirvió a gobiernos del viejo PRI. Pese a intentarlo dos veces antes, al tercer intento se convirtió, en 2021, en gobernador de Sinaloa con diversos apoyos como el del Partido Sinaloense.

Pero rompió con el Partido Sinaloense, cuyos integrantes y líderes son en su mayoría integrantes de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) –de la que Rocha Moya fue rector—, y eso desató una guerra política que desde hace casi un año tiene contra las cuerdas a la Máxima Casa de Estudios del estado y a integrantes de su comunidad.

El cambio de régimen que ha impulsado la 4T pasa por la educación y ahí las universidades públicas son un factor clave. Su control es un botín político que va amarrado con lo ideológico y es ahí donde se enmarca este pleito. Para lograr ese control, me dicen, Rocha Moya defendió una Ley General de Educación local.

En esa ruptura de Rocha Moya con sus ex aliados de la Universidad Autónoma de Sinaloa y del Partido Sinaloense, que tienen en Héctor Melesio Cuén Ojeda —también ex rector de la UAS— a su máximo líder, la nueva ley de Educación abrió la puerta para que se revisaran las cuentas de la Universidad, se iniciará un proceso penal al actual rector Jesús Madueña Molina y a otros universitarios leales a Cuén.

Apenas la semana pasada los universitarios aprobaron retirar el retrato de Rocha Moya del salón donde están todos los retratos de sus rectores, lo califican de “traidor”. Pero Rocha Moya mantiene firme su postura respecto a la institución y la defensa de la ley que ya fue calificada por el Poder Judicial como violatoria de la autonomía universitaria.

Un juez federal declaró que la Auditoría Superior del Estado violó la Constitución, al pretender fiscalizar los recursos propios de la Universidad, por lo que los integrantes del Consejo Universitario y sus autoridades avalaron presentar una denuncia por el delito de abuso de autoridad en contra de la titular de la Auditoría superior del Estado, Emma Guadalupe Félix, cercana a Rocha, por pretender fiscalizar a la UAS sin tener competencia.

Fuentes de primer nivel en el gobierno federal me comentan que la escalada en ese conflicto con la UAS puede llevar hacia un escenario de violencia que desestabilice Sinaloa, por lo que se da puntual seguimiento a la actuación tanto del gobernador como de integrantes de la comunidad universitaria y de los académicos leales a Cuén Ojeda.

Así, la semana pasada la UAS cumplió seis meses sin rector titular, como parte —afirman mis fuentes— del hostigamiento político, mediático, jurídico y financiero que encabeza Rocha Moya contra funcionarios universitarios, en busca de tener total manejo y control de la institución, como ocurrió con la Universidad Autónoma de Occidente.

Nos dicen que a pesar de que un juez federal dio la razón a la Universidad y declaró inconstitucional la Ley de Educación Superior del Estado de Sinaloa, Rocha Moya no piensa dar marcha atrás en su campaña de golpeo, ni siquiera a pesar de la mesa de negociaciones que encabezó la Secretaría de Gobernación con el encargado de despacho de Rectoría de la UAS a propuesta del propio Presidente López Obrador. ¡Sopas!

RADAR

DUDAS. La abanderada presidencial del Frente Amplio, Xóchitl Gálvez, ha declarado recientemente que cambiará muchas cosas de su campaña, incluso mencionó que se quitará pesos de encima. Lo primero que viene a la mente en el círculo compacto de la hidalguense es el lastre y desastre que –nos comentan- hay en un área relevante de la campaña.

En sectores duros del PAN y de la campaña consideran que quien la ocupa ha sido incapaz de construir un programa político y de gobierno con la solidez suficiente para dotar de confianza al electorado sobre el proyecto de Xóchitl Gálvez.

Integrantes de la campaña de Gálvez nos comentan que hay más dudas que certezas, y que se habló incluso de negociaciones e “infiltraciones morenistas” avaladas por él.

La campaña está llegando a un punto sin retorno, si no se activan los mecanismos necesarios para consolidar el liderazgo de Gálvez sobre los intereses de su círculo cercano, la contienda está en grave peligro de perderse pues los numerosos desaciertos de la 4T no han podido verse reflejados en un crecimiento real del Frente, sino como una total desconfianza en el sistema político nacional. ¿Logrará Gálvez Ruiz sacudir con suficiente fuerza su campaña?, es pregunta.

EN MORELOS. Nos comentan que en el primer debate por la gubernatura de Morelos, Margarita González Saravia, candidata de la coalición Sigamos Haciendo Historia, propuso para garantizar la paz en la entidad, la creación de una secretaria de Seguridad de Seguridad y Protección Ciudadana, con capacidad de investigación para prevenir y combatir delitos como extorsión, robos, homicidios dolosos y violencia familiar, y buscar cubrir el déficit del 70% de policías que hay en el estado con buenos salarios, seguridad social, mejores condiciones laborales adecuadas y capacitados. Además, crear una policía de caminos para combatir los delitos viales y transformar las cárceles en auténticos centros de reinserción social. No hay que perderla de vista.