¿Cuál es el plan de Hamas?

VOCES DE LEVANTE Y OCCIDENTE

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Los palestinos, como todos los pueblos, no son un ente homogéneo. En el pueblo palestino hay distintas corrientes políticas, opiniones, niveles de religiosidad. Sin embargo, los manifestantes en favor de la lucha palestina parecen ignorar este hecho por completo. Como suele suceder, la mirada occidental reduce a los palestinos a la categoría de víctimas únicamente, despojándolos de su propia identidad.

En realidad, desde la década de 1990 la lucha de liberación palestina está dividida en dos grandes campos: el secular y moderado, que representa la Autoridad Palestina, y Hamas, un movimiento del islam radical y antisemita. Cuando la Autoridad Palestina firmó los Acuerdos de Oslo con Israel, Hamas se encargó de detener el proceso de paz con años de ataques suicidas contra civiles israelíes. Cuando Israel salió unilateralmente de la Franja de Gaza en 2006, moviendo forzosamente a miles de colonos, Hamas tomó el poder de forma democrática, para luego convertirse en una dictadura y declarar la guerra a Israel, después de matar a 400 palestinos opositores de la AP.

Por más de quince años Hamas no se dedicó a mejorar la vida de los palestinos en Gaza, sino a convertir sus células terroristas en un brazo armado con enormes capacidades. He escuchado que los palestinos no tenían alternativa más que atacar indiscriminadamente a civiles israelíes; sin embargo, los últimos años demuestran que han tenido y tienen hoy una alternativa política. El ataque del 7 de octubre es parte de un plan estratégico de Hamas, no para forzar a Israel a un acuerdo sino para tratar de destruirlo. Ahora tenemos suficiente información para entender cuál es el plan de Hamas.

Hamas construyó por años una infraestructura militar, que incluye 500 kilómetros de túneles subterráneos debajo de la población civil palestina, y ha puesto en marcha su plan de ataque. Tenía amplia inteligencia de la ubicación de las comunidades al sur de Israel y de la línea de defensa, mapas, uniformes iguales a los del ejército israelí y, lo más importante, cámaras; 3 mil terroristas incursionaron en Israel con un objetivo claro: matar a cuantos más pudieran y secuestrar a cientos. El ataque comenzó con más de 2 mil misiles hacia Israel, con el objetivo de que las personas corrieran a sus refugios y poder matarlas más fácilmente. Esto fue justamente lo que hicieron.

La segunda parte del plan era grabar estos actos para mostrar la debilidad de Israel; los videos que subieron a sus redes muestran siempre la misma historia: civiles y soldados subyugados. En menos de 24 horas borraron estos videos de sus redes.

Sin embargo, lo grabaron todo, y se descubrió en las cámaras que se encontraron las escenas de las atrocidades que Hamas no subió a las redes.

La tercera parte del plan, que también tuvo éxito, era que como consecuencia del ataque cientos de miles de israelíes se convirtieran en refugiados en su propio país.

Hamas sabía también que Israel respondería incursionando en Gaza, pero su estrategia, cuyo eje central es esconderse detrás de la población civil (ni siquiera usan uniformes), tomaba en cuenta la terrible muerte de civiles inocentes. Esto es parte de su plan para conseguir el apoyo del mundo y tratar de detener a Israel antes de que los destruya. Aunque Israel ha publicado los videos que se encontraron en las cámaras de los terroristas, Hamas se ha encargado de deslegitimizar el contenido.

El hecho de que gente en Occidente “no esté segura” de las atrocidades que cometieron es también una victoria para Hamas. Por el momento, sólo hubo una parte del plan que no tuvo éxito; pensaron que mostrar la debilidad de Israel llevaría a otros de sus enemigos, en particular a Hezbolá, a atacar por tierra —cosa que, por el momento, no ha pasado—. Hamas no es el pueblo palestino ni una víctima ni un movimiento de liberación, sino una organización paramilitar sanguinaria cuyo único objetivo es la destrucción de Israel, aun si esto cuesta la muerte de miles de civiles palestinos.