Tax the rich

VOCES DE LEVANTE Y OCCIDENTE

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

AOC (Alexandria Ocasio Cortez), la joven congresista de Nueva York, lo hizo de nuevo y ahora con estilo. Su aparición en la gala del Museo Metropolitano de Arte Moderno (MET) con un elegante vestido blanco con la leyenda tax the rich marcada en rojo, se convirtió en el evento más hablado de la semana, desencadenando discusiones de todo tipo y conduciendo a millones a pensar y conversar sobre la desigualdad. Quienes critican la banalidad del acto, son incapaces de entender sus dimensiones y el por qué AOC decidió actuar en este lugar y tiempo. Aunque la oposición republicana ha intentando deslegitimar a AOC como una persona poco preparada, apuntando a su corta edad, en realidad la neoyorquina se ha mostrado como una hábil política, profunda conocedora de las minucias de política pública y, más que todo, como una excelente presentadora. La manera en la que AOC utiliza las redes sociales y elementos de la cultura pop contemporánea, y simplifica ideas complejas para crear contenido viral, no tiene par (con excepción del expresidente Trump) en la arena política.

El acto de AOC en la MET Gala es una clase maestra de comunicación política. A pesar de que incrementar impuestos a los ricos siempre ha sido parte de su agenda, el performance de AOC tiene un objetivo concreto y no sólo declarativo. En estos días el Congreso estadounidense discute un paquete de reformas transformador con el que el presidente Biden pretende dar un giro drástico a la relación entre gobierno y ciudadanos: aumentando significativamente el gasto en programas sociales y salud, y también las tasas de impuestos para los estadounidenses más ricos –aquellos que, mientras el mundo lucha contra el desempleo, han aumentado sus riquezas en 40 por ciento el último año y medio—. El destino de estas leyes cuelga de un hilo, pues los demócratas tienen el más pequeño de los márgenes en el Senado y un margen pequeño en el Congreso. Para ganar hay que conseguir el apoyo de la opinión pública.

La crítica a AOC por hacer de esta demanda un evento con la élite del país me recordó un viejo debate marxista ¿qué tan legítimo es usar los “medios del capitalismo” para luchar contra él? AOC, como lo supo también Donald Trump, sabe que para crear cambios hay que ganar la carrera por el rating, y qué mejor manera de hacerlo que en el evento de la farándula más esperado del año.