Lo que dejó la Cumbre del G-7 en Japón

Este fin de semana se llevó a cabo en Japón la Cumbre del G-7, el foro político conformado por Estados Unidos, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido, Japón y Canadá, los países autodenominados más democráticos y con el mayor peso económico y militar del mundo.

Hiroshima fue el escenario de una compleja reunión del G-7 por la situación actual que enfrenta el planeta. La agenda principal se centró en la relación con China, nación que está ganando mayor protagonismo e importancia por la tensa situación de la guerra entre Rusia y Ucrania y países de Occidente.

En esta cumbre, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se comprometió a que se entrene a los militares ucranianos en el uso de los aviones de combate F-16, fabricados en territorio estadounidense.

Ante esta situación de apoyo militar a Ucrania, el gobierno ruso advirtió que los países occidentales correrán "riesgos colosales" si entregan a Ucrania los aviones de alta tecnología, así lo informó el viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Alexander Grushko.

Desde el punto de vista del gobierno ruso, los países occidentales continúan alimentando una escalada bélica y la entrega de los aviones es una muestra de esta estrategia que no ayuda para nada a encontrar un acuerdo de paz para la región.

En esta Cumbre del G-7 también se plantearon nuevas sanciones contra Moscú por medio del control de exportaciones al territorio, con la intención de ahorcar a la industria militar rusa. Esa propuesta que puso sobre la mesa Estados Unidos busca pedir el total cierre de exportaciones entre Rusia y Europa, pues los mandatarios europeos mantienen aún un porcentaje considerable de exportaciones al país.

Un momento importante de esta Cumbre política internacional fue la llegada del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, quien se trasladó desde Arabia Saudí hasta Japón para participar en dicha reunión. Zelenzki logró con esta visita aglutinar el apoyo de los países del G-7 para Ucrania y la promesa de la entrega de aviones que parece ser un hecho, aunque aún no hay una fecha de entrega, y a pesar de las amenazas de Rusia.

Después de la realización de la Cumbre del G-7 y ante la tensa relación entre Occidente y Rusia, la reunión de las principales economías del mundo deja más dudas que respuestas y enciende aún más la situación en Ucrania, en donde suman casi 15 meses de una guerra que no parece estar próxima a encontrar una salida.