Jacqueline L'Hoist Tapia

El acoso sexual en la educación media superior

HABLANDO DE DERECHOS

Jacqueline L'Hoist Tapia*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Jacqueline L'Hoist Tapia
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Esta semana salió la noticia de que la Subsecretaría de Educación Media Superior de la SEP, lanzó una serie de lineamientos para combatir el acoso sexual y la violencia de género en los planteles.

Éstos son los “Lineamientos para la prevención y atención de la violencia sexual en los planteles de Educación Media Superior”, que tienen como objetivo de brindar acompañamiento a la comunidad educativa para prevenir, identificar, atender, dar seguimiento y sancionar los casos de violencia sexual. Dentro de estos lineamientos se propone actuar con inmediatez y empatía ante estos casos, brindar acompañamiento a las víctimas, madres y padres de familia, así como trabajar para crear una red de apoyo conformada por diferentes instituciones y organismos que puedan apoyar en la atención a casos y una Unidad de Atención, que se conforme por directivos de cada plantel para dar seguimiento a los casos.

Estos lineamientos, son un paso tardío pero un paso al fin para la creación de protocolos de atención para el acoso sexual y la violencia de género, nos hablan de un efecto dominó que los movimientos feministas vienen generando desde hace años. Un efecto dominó que empezó en las universidades y que ahora está teniendo ecos en el nivel medio superior. La atención al acoso sexual en los planteles educativos es una victoria más en el terreno,

Según datos del Inegi, en 2022 a nivel medio superior, se tenía un total de 4,861,091 estudiantes en todo el país, 2,328,329 hombres y 2,532,762 mujeres. Este año, la SEP tiene registro de más de 5 millones de estudiantes, lo que significa que cada vez son más personas las que logran tener acceso a la educación en este nivel, y la diferencia entre hombres y mujeres no es tanta. Sin embargo, si nos ponemos a revisar las cifras sobre las personas que no tienen acceso a la educación, de acuerdo con el Inegi, 6 de cada 10 personas, son mujeres.

Lo anterior indica que existe una brecha, misma que puede agravarse con una mala atención en los casos de violencia sexual en los planteles. Desde mi perspectiva, estos lineamientos deberían ser aplicados desde el nivel básico, ya que, la violencia sexual puede afectar a niñas y niños desde muy temprana edad. Por otro lado, si los maestros y directivos no están preparados o capacitados para tratar, atender y dar seguimiento a estos casos tan delicados, puede resultar contraproducente, causando una afectación mayor a la que inicialmente podría darse. Pues responden muchas veces a través de una cultura machista cargada de prejuicios, minimizando las denuncias y catalogándolas como falsas con lo cual se revictimiza y agudiza la violencia, pues el agresor sabe que no le pasará nada.

Sabemos que la voluntad nunca es suficiente, hay que hacer siempre un esfuerzo para hacer cumplir estas iniciativas y uno de esos esfuerzos siempre es la capacitación constante para que el cuerpo académico pueda brindar una atención adecuada, libre de sesgos, de género y estereotipos. Deben dejarse ayudar por personas expertas u organizaciones un director un administrativo no tiene ni la formación ni los elementos para atender, resolver y sancionar.