Jacqueline L'Hoist Tapia

Tiempo completo en el aula y aula libre de machismo

HABLANDO DE DERECHOS

Jacqueline L'Hoist Tapia*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Jacqueline L'Hoist Tapia
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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En México no sólo necesitamos escuelas de tiempo completo, sino también que durante las horas que se va a la escuela, ésta nos garantice una educación libre de estereotipos de género, que en muchos casos son los generadores de la violencia.

Hoy en día, existe una desigualdad entre hombres y mujeres. Esta visión androcéntrica pone a lo masculino como punto de partida en casi todos los aspectos de nuestras vidas, y la educación no está exenta. La educación, además de ser uno de los medios de transformación más importantes que tienen las sociedades, es un Derecho Humano y, por lo tanto, tiene que ser libre de violencia, incluyendo la violencia machista. Hoy en día, la violencia machista pasa desapercibida en la educación. A lo largo de los años se han realizado muchos esfuerzos a nivel gubernamental y en sociedades civiles para que más niñas puedan asistir a la escuela. Se crean más aulas, más escuelas y se reparten útiles escolares, entre otras cosas. Sin embargo, todas estas acciones no pueden tener el resultado esperado y se sigue educando enseñando y perpetuando estereotipos o roles que limitan la libertad de niñas y mujeres que sufren abuso sexual, maltrato y discriminación.

En México, de acuerdo con datos del Inegi, los años promedio de escolaridad en personas mayores a 15 años son mayores en hombres, siendo el promedio 9.3 años en hombres y 9.0 en mujeres. El censo de Población y Vivienda del 2020 arrojó que 94.8% de hombres mayores a 15 años en México saben leer y escribir, mientras el porcentaje en mujeres es de 92.6%. Es decir, son datos muy cercanos. Sin embargo, la escuela no sólo es un tema de educación básica, sino también de principios y valores, y es ahí en donde la brecha crece y crece cada día más, lo cual lo sustentamos en la violencia que sigue siendo una constante en nuestro país. En enero de este año fueron violadas 1,428 mujeres y en febrero 1,597. Es decir, que en México se violan 57 mujeres diario en todo el país y el año pasado este dato terminó con 21,188 mujeres que denunciaron este delito. ¿Esto corre por un tema de educación?, por supuesto que sí, como también las 35,304 mujeres que en lo que va del año han sido lesionadas en su hogar, 609 mujeres diario.

Entonces, no solamente estamos frente a la exigibilidad del acceso a un sistema académico con un mayor horario, sino frente a un tema en donde los niños y jóvenes crecen en una ideología machista que perseveran un sistema patriarcal, es decir, toda una sociedad que en su conjunto y desde los diferentes niveles de Gobierno y de participación social, poco ha logrado romper la violencia de género y esta forma de relación permanece como si sólo fuera un tema del que se debería hablar en el hogar, cuando es urgente tener una educación escolarizada que eduque en el respeto a las mujeres y a la dignidad de todas las personas, en el autocuidado, en la sexualidad y en la importancia de la denuncia, pues es bien sabido que la impunidad es el móvil principal para que estas conductas permanezcan y para que no se denuncien.