Javier Solórzano Zinser

La agenda es el Presidente

QUEBRADERO

Javier Solórzano Zinser
Javier Solórzano Zinser
Por:

En función de la gobernabilidad es comprensible el discurso oficial con desplantes positivos y alentadores; sin embargo, en los hechos el discurso va siendo alcanzado por la terca realidad.

El riesgo de este escenario radica en no tener un diagnóstico preciso de lo que está pasando. Bajo esta perspectiva, mucho de lo que se diseñe e instrumente pudiera no tener que ver con los escenarios en que estamos metidos. El país es un todo en donde si bien se deben enfrentar problemas que son sin la menor duda urgentes, también es importante considerar que hay sectores que por más que el Presidente no los atienda son fundamentales en la economía y el desarrollo y la cohesión social.

Queda claro que en muchas áreas el país ha vivido en los últimos años un caos cerca del batidillo. La importancia de ir hasta las últimas consecuencias en el caso Lozoya es una forma de enfrentar parte de lo que se ha padecido y poner ante la justicia, con nombre y apellido, a algunos de los responsables; por lo pronto se anda en eso.

Es evidente que el actual gobierno va a contracorriente en muchas áreas. Está tratando de hacer un cambio sustancial en forma y fondo de un modelo económico, se regodea llamándole neoliberal, sustituyéndolo por fórmulas que en algunos casos van a dar resultados, pero que en otros pueden meternos en un retroceso; no hay salida si sólo se mantiene la política de apoyo a un sector específico.

El todo de país al que nos referimos significa pensarlo bajo una interrelación económica y social que debe establecerse en la sociedad. El “primero los pobres” sólo va a adquirir crecimiento y desarrollo en la medida en que se sustente en la integración y en donde la economía fluya en diversas direcciones.

Volvamos a un tema que debiera ser relevante y de atención para el Presidente. Mientras conserva una identidad y apoyo mayoritario, a su gobierno se le toma distancia y se le califica en varios rangos por debajo de la calificación que él tiene.

Otro elemento a considerar está en la efectividad y repercusión que siguen teniendo sus conferencias mañaneras, a pesar de que ha ido bajando en audiencia. Con gran habilidad el Presidente cambia los escenarios e incluso se da el lujo de abrir otros frentes, los cuales ni se contemplaban lo que termina por provocar que se conviertan en centros informativos, y que aquello que el día anterior se pensaba de enorme relevancia pase auténticamente a la nave del olvido.

El video de su hermano, por ejemplo, lo está convirtiendo en un acto político en su favor. Bajo la premisa maniquea del dinero bueno y el dinero malo ha echado a andar su maquinaria para al tiempo de defender, con nula autocrítica, a su hermano y a  quien le dio el dinero, establece que irá a declarar sobre el tema a la vez que en su caso va a cuestionar y señalar a quienes lo difundieron.

Algunos legisladores de Morena han repetido obedientemente el discurso presidencial acusando a la “derecha” y a los “conservadores” que están en contra de los cambios que se están llevando a cabo. La legalidad como se aprecia pasa a segundo plano, es preocupante que ni el Presidente ni en Morena se pregunten por ella.

En el partido en el gobierno están empezando a seguirle la pista al Presidente sin dejar de tener sus serios problemas internos, es cuestión de ver cómo están retomando la iniciativa de consulta para enjuiciar a los expresidentes, la están apoyando casi que una obligación con todo y que de antemano se sabe lo que va a pasar con ella en fondo y forma.

Si hace algunos meses se decía que el Presidente había perdido la agenda, ahora con todo y videos todo indica que está de nuevo en su poder.

RESQUICIOS.

El martes que viene inicia el periodo ordinario de sesiones del Congreso. Además de los temas de rigor, más los que aparecen coyunturalmente, va a estar en la mesa la legalización de la mariguana medicinal, industrial y lúdica. Reglamenten y aprueben, dejen de darle vueltas al asunto.