Prende alertas el suicidio infantil

SIN MIEDO

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Es lamentable y doloroso leer que en 2020, en promedio, tres menores se suicidaron en nuestro país, lo que acumuló un total de mil 150 niñas, niños o adolescentes que decidieron quitarse la vida. El Sistema de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna), dio a conocer que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud (Ensanut), las muertes por suicidio de menores de 18 años supera tres veces las muertes por Covid-19 (392 decesos).

Estas cifras son preocupantes, pues ninguna niña, niño o adolescente debería ver como única salida o solución, la muerte.

Estos suicidios deben obligarnos, a todos los sectores de la sociedad, a dejar de ser indiferentes a los problemas que aquejan a nuestra niñez, o de lo contrario, seguirán aumentando.

El informe “Impacto de la pandemia en niñas y niños”, dado a conocer por Sipinna, resalta que de 2018 a 2020 el pensamiento suicida en adolescentes aumentó de 5.1% a 6.9%; y su conducta suicida de 3.9% a 6%; y que el número de suicidios en menores, en 2020, representa un incremento de 12% con respecto a 2019.

Ante el alza de suicidios en niñas, niños y adolescentes, es que la asociación civil Confianza e Impulso Ciudadano, que preside Luis Wertman, puso a disposición la primera línea en México para prevenir y atender casos de suicidio llamando al 5511- 8575- 55, de 9 a 18 horas en tiempo real, y 24 horas vía digital en @ConfianzaMx y www.confianzaeimpulsociudadano.org.mx.

Wertman ha señalado que desde que se abrió esta red social se percataron que los casos de intento de suicidio, o aquellos que inician con pensamientos suicidas, muchas veces están relacionados con situaciones de agresión, abuso y violencia en contra de quienes contemplan esa posibilidad, particularmente, menores de edad, adolescentes y jóvenes entre los 20 y los 24 años de edad.

Dijo que las diferentes formas de violencia en contra de niñas, niños y adolescentes, es lo que los impulsa a llamar. Agrega que la violencia acumulada, esa que marca de por vida, es el origen de muchos de los casos en los que una persona trata de atentar contra sí misma.

Hechos que comprueban, sostuvo, la necesidad de políticas públicas y servicios integrales que comprendan y atiendan los diferentes aspectos de la vida de una persona que sufre.

Como diría Luis Wertman, tenemos una obligación social y moral de hacer lo que esté a nuestro alcance para que las muertes de niñas, niños, adolescentes y jóvenes no sean en vano y recuperemos la paz.