Josefina Vázquez Mota

Es una realidad la no prescripción de delitos sexuales

SIN MIEDO

Josefina Vázquez Mota *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Josefina Vázquez Mota
 *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Hoy las historias de niñas, niños y adolescentes que sufrieron o sufren violencia sexual infantil será otra, pues hace una semana se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF), las reformas al Código Penal Federal sobre la No prescripción de delitos sexuales.

Con lo anterior, en México ya es una realidad que las víctimas podrán denunciar a sus agresores sin importar el tiempo que haya pasado desde el delito. No más impunidad, ni silencio cómplice, sino castigo a los depredadores sexuales.

Los cambios al Código Penal Federal señalan que a quien cometa el delito de abuso sexual en una persona menor de 18 años de edad o en persona que no tenga la capacidad de comprender el significado del hecho, aun con su consentimiento, o que por cualquier causa no pueda resistirlo o la obligue a ejecutarlo en sí o en otra persona, se le impondrá una pena de seis a trece años de prisión y hasta 500 días multa.

El nuevo decreto indica que sin importar que se trate de un servidor o servidora pública, o en el caso de ministro o ministra de culto religioso, estas personas serán acreedoras a las sanciones señaladas en el Código Penal Federal, pero además, serán destituidos y hasta inhabilitados de sus funciones y de la posibilidad de tomar otro cargo público o religioso, que podrá ser igual a la pena que les fue impuesta.

Hace justo cuatro años presentamos en el Senado de la República iniciativas para que los delitos sexuales en contra de niñas, niños y adolescentes no prescriban, esto con la intención de que los agresores sexuales enfrenten la ley y las víctimas tengan justicia.

Por eso me congratula su publicación en el DOF, porque gracias a ello ya es una realidad, y hoy miles de víctimas podrán hacer justicia. Sin duda alguna este esfuerzo no sería un hecho sin el apoyo y la colaboración de la sociedad civil organizada, que por años han luchado contra estos delitos.

Gracias a las víctimas que no se han dado por vencidas, que anteponiendo su dolor y la destrucción que vivieron, apoyan y se solidarizan para que los depredadores sexuales enfrenten todo el peso de la ley.

Ya no importa si han pasado cinco, ocho o diez años, cada vez que se denuncie este crimen, recaerá en los agresores todo el peso de la ley.

Gracias a las y los senadores que acompañaron el dictamen, a la Cámara de Diputados que votó por unanimidad, porque hoy estas reformas cambiarán la vida de las víctimas, porque se van a romper los silencios, porque se acaba la impunidad para estos depredadores sexuales, y porque finalmente las víctimas encontrarán justicia.