Leonardo Núñez González

Perder ganando: la derecha en España

EL ESPEJO

Leonardo Núñez González*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Leonardo Núñez González
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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De acuerdo con el cierre del escrutinio de las elecciones de este 23 de julio en España, el conservador Partido Popular (PP) fue la fuerza política que obtuvo más votos, tal como se estimaba en las encuestas. Sin embargo, lejos de los escenarios que dominaban la opinión pública hace tan sólo un par de semanas, esta victoria no fue tan aplastante ni suficiente como para que la derecha pudiera gobernar. Por el contrario, a pesar de haber ganado las elecciones, las fuerzas conservadoras se llevan un mal sabor de boca.

Es necesario recordar que en el sistema político español no siempre gobierna el partido más votado, sino el que consigue formar una mayoría suficiente como para obtener la confianza del Congreso y ser apoyado por 176 o más miembros (50% más uno del total de 350 legisladores). Cuando ningún partido obtiene por sí mismo esa mayoría, requiere formar pactos entre diferentes partidos o formaciones políticas, que pueden ser de investidura (para apoyar al candidato) o de legislatura (para apoyar al Gobierno durante su mandato).

Hasta hace unos cuantos días, había un optimismo desbordado alrededor del PP, pues múltiples encuestas y opinadores daban por descontado que ganaría las elecciones con solvencia y que podría obtener hasta 168 escaños. En algunos escenarios incluso aparecía la posibilidad de que el PP pudiera gobernar sin necesitar de ningún partido o que, en el peor de los casos, acercándose con la agrupación ultranacionalista de Vox podría alcanzar esos 176 votos necesarios para gobernar.

Y esto es lo que precisamente cambió el resultado en los últimos días. El candidato presidencial del PP, Alberto Núñez Feijóo, declaró “si le tengo que pedir el sí a Vox, lo lógico es que Vox esté en mi Gobierno (...) Lo más importante es no mentirle a la gente y tener un criterio. Mi criterio es: donde necesitemos el sí de Vox, lo lógico es que Vox esté en el Gobierno”. Vox es la agrupación política que representa el ascenso de la extrema derecha en Europa, con posiciones xenófobas e intolerantes que encuentran eco en el resto de partidos de ultraderecha de la región, como los que son gobierno actualmente en Italia, Polonia o Hungría.

La posibilidad de que la ultraderecha llegara al poder en España revitalizó a las fuerzas de izquierda. Lo que parecía una victoria sin inconvenientes para el PP, terminó convirtiéndose en una contienda de pronóstico reservado. Con los resultados finales, el PP obtuvo 136 asientos. Sumado con los 33 asientos de Vox, seguiría sin alcanzar la mayoría necesaria para ser gobierno. Esto le da espacio a Pedro Sánchez para que, aun cuando su partido (el PSOE) obtuvo el segundo lugar, podría formar una coalición con otros partidos para mantenerse en el poder. En los siguientes días veremos si puede formarse esa coalición. Hoy, la moneda está en el aire.

Hay que recordar que si transcurren dos meses desde la primera votación de investidura y ningún candidato obtiene los votos necesarios, se convoca a nuevas elecciones, por lo que hay incentivos para llegar a un acuerdo, pero, si no se da, podría haber muy pronto otras elecciones. Los resultados de las encuestas se movieron muy rápido pues, como en cualquier elección democrática, nada está escrito hasta que se cuentan los votos.