Mauricio Flores

Comerse un pollito con Trump

GENTE DETRÁS DEL DINERO

Mauricio Flores
Mauricio Flores
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Al no asistir Justin Trudeau a esta reunión hoy en la Casa Blanca, la agenda no incluye la celebración trilateral del T-MEC… pero no cabe duda de que Donald Trump será el portavoz de los poderosos e influyentes industriales de su país, en tanto que Andrés Manuel López Obrador será acompañado a Washington por el Consejo Asesor Empresarial, con todo lo que ello significa.

En las últimas semanas los gremios exportadores de hidrocarburos estadounidenses, la API que encabeza Michael J, Summers y la que lidera Chet Thompson, exigieron a Donald Trump meter las manos contra lo que acusan como prácticas proteccionistas del Gobierno mexicano en favor de Pemex y de la CFE.

Sin embargo, otras industrias estadounidenses de alta tecnología han quedado muy bien pertrechadas pero aún necesitan “una manita” para que avancen las leyes reglamentarias: es el caso de la farmacéutica, donde un cónclave dentro de la AMIIF, que encabeza Ana Longoria, busca extender artificialmente el monopolio sobre patentes médicas biotecnológicas; o de la Tecnología de la Información, donde apresuradamente el Senado, que lidera Ricardo Monreal, palomeó un acuerdo que fácilmente puede criminalizar la explosiva creatividad de las redes sociales y los mercados secundarios de hardware.

Pero sin lugar a dudas es una señal positiva la presencia en la cena presidencial de empresarios de la talla de Ricardo Salinas, por Grupo Salinas, Bernardo Gómez, de Televisa, Olegario Vázquez Aldir, de Grupo Ángeles, Francisco González, de Multimedios, Daniel Chávez, de Grupo Vidanta, Carlos Slim, de Carso, Miguel Rincón, de Bio Papel, Patricia Armendáriz, Carlos Bremer y de Carlos Hank González, por Banorte-Gruma. Es la señal de que el Presidente López Obrador reinicia el urgente y necesario acercamiento con el sector privado tras escuchar las voces más ecuánimes de su gabinete como Marcelo Ebrard, Julio Scherer, Alfonso Romo y Arturo Herrera.

La posibilidad de que este acercamiento resulte en la construcción de nuevos puentes y acuerdos para sortear la crisis económica en México es sin duda la mayor ganancia de una indigesta reunión… y que Trump aprovecha con claro interés electoral.

Extorsión al acecho. El Capítulo 31 del T-MEC se puede convertir en un auténtico factor de riesgo para la inversión. Aunque la titular de la Secretaría del Trabajo, Luisa María Alcalde, anunció que se cumplió en su mayoría con la adecuación a la democratización de la vida sindical y seguramente así es, el problema —explica el experto en materia laboral Diego García Saucedo— no reside en los sindicatos del ámbito federal, pues en dichos giros de empresas existe vínculo comercial con EU, como es minería, automotriz, aeroespacial o electrónica. El problema, dice el experto, son los sindicatos de materia local, cuyo número resulta difícil homologar y que seguramente muchos no adecuaron sus estatutos o encontrarán en la figura de la “denuncia internacional” un rentable mecanismo de extorsión hacia los patrones, ya que las sanciones arancelarias de una controversia puede impactar gravemente a la empresa o ramas productivas enteras. 

Oaxaca acuerda INSABI. Y el hasta ahora ignoto Instituto de Salud, a cargo de Juan Antonio Ferrer, finalmente se hace presente mediante un fructifero acuerdo con el gobierno de Alejandro Murat para ampliar la capacidad del hospital de Juchitán —convertido en unidad Covid-19— y la contratación de 450 médicos para se presten servicio permanente en los 500 centros de salud en la entidad con respaldo de enfermeras, parteras tradicionales así como con instrumental médicas y medicinas. Ya era hora.