Mauricio Flores

Delfina: el “suma cero” del retorno a clases

GENTE DETRÁS DEL DINERO

Mauricio Flores *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Mauricio Flores 
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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En las últimas tres semanas, la secretaria de Educación, Delfina Gómez, tuvo reuniones de manera separada con bloques de secretarios estatales del ramo, con el fin de que expresen “a pecho abierto” sus preocupaciones y posibles soluciones para un retorno seguro a clases presenciales el 30 de agosto próximo…, pero cuando menos en una de las sesiones, el titular de Educación, Ciencia y Tecnología de la CDMX, Omar Escamilla, fungió como el “buli” que minimizaba las preocupaciones y objeciones de sus homólogos.

El plan de la SEP es presentar esta semana el protocolo para un retorno seguro a clases presenciales en niveles básico y medio, conservando clases en línea y por Televisión. Pero el problema va más allá de los protocolos sanitarios y de distanciamiento social, pues el problema más importante expresado en dichas reuniones, nos cuentan, es la falta de inversión física. Primero, por la vandalización de la que han sido objeto las instalaciones públicas, y luego subsanar carencias preexistentes como baños y lavamanos, agua corriente, ventilación adecuada y hasta Internet.

Todo ello, por lo bajo, calculan los diversos funcionarios estatales, sumará más de 40 mil millones de pesos que, evidentemente, no están disponibles.

Vaya, el programa “La Escuela Es Nuestra (LEEN)” resultó fallido en cuanto ha infraestructura física, pues nació sin reglas de operación y sin dinero suficiente: en 2021 se les destinó 12,280 millones de pesos de presupuesto, sólo 1.5% de todo el presupuesto educativo, según datos del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), que dirige Héctor Villarreal.

“No obstante, la adición de nuevos objetivos al programa (LEEN), como la provisión de alimentos y la extensión de la jornada escolar, desplaza a la inversión en infraestructura educativa como principal objetivo de estos recursos, lo que aleja a la infraestructura educativa de ser considerada como una política prioritaria” señala el CIEP.

Y vaya, algunos secretarios estatales recuerdan cuando fueron convocados a Palacio Nacional por Gabriel García, cuando era el, todavía, poderosísimo jefe de Servidores de la Nación, y exponía ese programa: el Gobierno le metería un peso por cada peso que pusiera los estados de sus recursos para rehabilitar escuelas. O sea, suma cero.

Ya veremos qué sucede.

Cervantes no solicitará apoyo a Palacio Nacional. Tras lo publicado ayer aquí sobre “Concanaco y Concamin se entregan a la 4T”, el presidente de la Confederación Nacional de Cámaras Industriales, Francisco Cervantes, aseveró que no solicitará el apoyo del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador para extender por otros seis meses su mandato. Que no lo ha hecho, ni lo hará; es más que ni lo había pensado porque los tiempos marcados en Concamin no lo permiten y no hay manera de procesarlo entre los agremiados. En buena hora el deslinde. Claro, todavía hay asuntos de representación directa y transparencia en esa confederación y en otras tantas organizaciones privadas “de interés público” que seguramente serán parte del debate que viene en la sucesión de directivas.

Tren Maya, productos turísticos. Ayer se presentó el inicio de los trabajos para elaborar los programas de desarrollo turístico en los destinos Ka’an y Ruta Río Hondo, como parte de los negocios sustentables y socialmente incluyentes que impulsa el Tren Maya, a cargo de Rogelio Jiménez Pons. Esta planeación va de la mano con el gobierno de Carlos Joaquín González y el titular de Turismo de Quintana Roo, Andrés Aguilar, amén de la Alianza Peninsular de Turismo Comunitario que agrupa 24 cooperativas del sureste; el objetivo es elaborar con presión la oferta de turismo ecológico y de aventura que ofrezcan los mayoristas de viajes a los viajeros del Tren Maya. Fonatur fungirá también como el puente de conexión entre las cooperativas turísticas con el Programa de Pequeñas Donaciones de la ONU, que aquí representa Sebastiane Proust, así como con las diferentes agencias internacionales de financiamiento para el desarrollo como fuentes de recursos a bajo costo.

La buena de Aeroméxico y Club Premier. Pues los socios del programa Club Premier mantendrán sus actuales niveles de membresía hasta enero de 2023 a fin de flexibilizar el tránsito de ese mismo programa hacia uno de mayores posibilidades en la redención de los puntos acumulados por viajes y otras compras. Rodrigo Piamonte, director de Lealtad y Gran Plan de Aeroméxico y Juan Pastrana, jefe de Club Premier buscan así ser la aerolínea que mejor se adapta a los requerimientos de sus clientes. Bien y de buenas.