Mauricio Flores

Gertz: sin perdón para Lozoya

GENTE DETRÁS DEL DINERO

Mauricio Flores*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Mauricio Flores
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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El documento escrito por Carlos Treviño que se integró a la carpeta de investigación  FED/SEIF/CGI-CDMX/000112/2017 el pasado18 de abril enviado al fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, expone con claridad meridiana que sería una injusticia legalmente punible que Emilio Lozoya Austin obtuviera su libertad tras pactar con la FGR los beneficios de un acuerdo reparatorio al patrimonio público, por sus actos vinculados a los casos Odebrecht y la planta Etileno XXI, pues los delitos imputados al exdirector de Pemex se persiguen de oficio y su reparación es imposible al sumar más de 2,800 millones de pesos.

En otras palabras, Emilio Lozoya no debe pisar la calle —y sí pasar una larga, muy larga temporada bajo sombra— pues en primer lugar los intentos de la FGR para regresarle su libertad a través de un muy condescendientemente confuso “criterio de oportunidad” parece más bien un acuerdo reparatorio de daño mediante el pago de propiedades y aportaciones en monetario; que, por tanto, los funcionarios de esa Fiscalía que faciliten y se responsabilicen de tales acuerdos favorables a Lozoya, pueden ser objeto de sanciones penales por torcer la ley. Eso describe en un documento de 11 páginas Carlos Treviño, también exdirector general de Pemex que fuera “embarrado” por Lozoya como copartícipe de sus delitos de cohecho y desvío del patrimonio de Pemex.

En primer lugar —como ya se ha dicho arriba— porque los delitos de corrupción electoral que han sido una y otra vez demostrados a Lozoya Austin, no se persiguen por querella sino por oficio por tratarse de recursos de procedencia ilícita, por lo que no le aplica la figura de “testigo protegido” para echar de cabeza a sus cómplices que le ayudaron a tomar dinero indebidamente, señala Treviño.

Y en el caso de la planta de polietilenos Etileno XXI, el exdirector de Pemex muestra que él no fue responsable, sino Lozoya Austin, de establecer acuerdos desventajosos en precio fijo para el suministro de gas natural a la planta propiedad de la alianza Braskem-Idesa que encabeza Stefan Lepecki, que costaron a las arcas públicas 2,813 millones de pesos.

Es decir —apunta— que los ofrecimientos de Lozoya de una casa aquí, otra casa allá, o unos millones de euros, no reponen de manera legal el daño provocado a Pemex. Y que no tiene sustento la mascarada de los “peces gordos del peñato” que Lozoya prometió entregar a la FGR…, y que, por cierto, sólo pescó charalitos.

Gertz podría cancelar los privilegios a Lozoya (y con ello renunciar a su caso político más relevante) o mantener una mascarada de graves implicaciones jurídicas. Jaque mate.

IMSS, para mañana licitación cantada. No fue ayer sino hoy que el IMSS recibirá ofertas de los 16 participantes para brindar el servicio de distribución logística de medicamentos y material médico en 11 regiones que determinó el instituto. Dicen los malosos que la licitación —valuada en unos 2,600 millones de pesos— ya tiene destinatario con todo y código postal. Y es que la complejidad técnica establecida (como tener hasta 30 mil metros cuadrados de almacén para atender una sola región, antigüedad demostrada de 5 años, listado de cada uno de los trabajadores y empleados que darán el servicio, etc., etc.) pinta como que sólo algunos favoritos ganarán en el fallo que se daría a conocer este viernes. Que los dados y los dedos ya tienen las empresas ligadas a grupo Traxión como es Medistik, así como a sus aliados de ILS de Nahum Moreno y a Vantage de Jesús Garrido, como seguros ganadores de las regiones menos riesgosas y más jugosas. ¿Será?

Aeroméxico sale del bote. Del bote de bonos basura es de donde salió la aerolínea, a cargo de Andrés Conesa, de su calificación crediticia conforme la métrica de Standard & Poor’s en la emisión de sus nuevas Senior Notes colocadas el 17 de marzo pasado. La calificación crediticia como emisora estaba en “D” y ahora sus papeles de deuda suben a “B-”, como reconocimiento a su salida del Chapter 11 y un bien estructurado plan de negocios en marcha.