Mauricio Flores

Una política social chiquita

GENTE DETRÁS DEL DINERO

Mauricio Flores*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. 
Mauricio Flores
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
 
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Los datos expuestos ayer por Julio Santaella sobre la Encuesta Ingreso Gasto de los Hogares 2020 dejan en relieve el poco alcance (tanto en monto como en eficacia) de una de las grandes banderas del actual Gobierno, los llamados programas sociales: salvo los hogares que obtuvieron un salario mínimo al día ubicados en el primer decil de ingreso, los otros nueve deciles de hogares se empobrecieron y es que, lejos de la retórica oficial de que como nunca se ha gastado en ayudar a los más pobres, el presupuesto destinado a ello mil 100 billones de pesos resulta inferior a los mil 250 billones canalizados en 2015.

Aunque parezca sorprendente, se gastaron mas recursos en “apoyos sociales” a mitad del sexenio pasado que en el año de la pandemia. La búsqueda de equilibrio fiscal y evitar mayor endeudamiento fue lo que mantuvo las restrictivas políticas de gasto en 2020, negando todo tipo de apoyo fiscal a las fuentes de trabajo. El equilibrio entre ingresos y gastos se mantuvo, pero la deuda en su conjunto subió: el Saldo Histórico de Requerimientos Financieros del Sector Público aumentó 1.21 billones de pesos en 2019 y 2020, llegando al máximo histórico de 12.08 billones de pesos, conforme las propias cifras de la SHCP, ahora a cargo de Rogelio Ramírez de la O.

Los programas de la Secretaría del Bienestar, a cargo de Javier May, permitieron mantener el consumo en el segmento más pobre del país, pero no potenciaron el crecimiento “por ósmosis” previsto por la 4T. Los programas para jóvenes establecidos por la STPS, de Luisa María Alcalde, no sólo tuvieron una tasa de sólo 20% de recontratación de aprendices en empresas, sino que el pretendido objetivo de alejar a los jóvenes de prácticas delictivas no se confirma ante los actuales niveles de criminalidad.

Y si a esto se agrega el desorden y soberbia con que se introdujo un ejército de promoción electoral como funcionarios de gobierno, los “Servidores de la Nación”, para censar y distribuir los “apoyos”, la eficacia de un presupuesto de por si ya reducido quedó en entredicho al punto de costarle el cargo al operador de ese ejército, Gabriel García, quien probablemente acumulará observaciones de cuando menos otros 3,000 mil millones de pesos en la revisión de la cuenta pública 2020 de la ASF, todavía de David Colmenares.

Así los números.

Jueves chiva. Con el arribo del servicio de Izzi a Guadalajara, la firma que dirige José Antonio González Anaya, agrega a su canal afizzionados el programa Acceso Chivas que será la delicia de los seguidores del Rebaño Sagrado: de 10 a 11 de la noche de los jueves el programa dirigido por Valeria Marín y Geo González, acompañados por estrellas legendarias como Oswaldo Castro y Ramón Morales, para dar seguimiento —como experiencia inmersiva— a los jugadores y directivos del equipo rojiblanco con imágenes exclusivas para los suscriptores de los servicios triple play, del Sky/VETV y las plataformas streaming Blim y afizzionados. Ojo: el programa se apoya en tecnología Liberovisión de realidad aumentada que permitirá desmenuzar momento a momento cada partido del equipo de occidente.

Cemex, mejora flujo y palanca. Los resultados del segundo trimestre de 2021 muestran a un Cemex que levanta sosteniblemente tras el complicadísimo 2020: con ventas de 3,855 millones de dólares y mejora de 22% de los volúmenes de venta a nivel global, obtuvo un flujo de operación de 818 millones de dólares, nivel significativamente superior al segundo trimestre del 2019. La compañía al mando de Fernando González, mediante una estrategia sostenida de reducción y contención de pasivos, alcanzó un apalancamiento de 2.85 veces, alcanzando a su objetivo de su “Operación Resiliencia 2020” de menos de 3 veces, notoriamente antes de lo planeado. La multinacional mexicana fragua su recuperación.

Doña Austeridad, ahora Conafor. No sin pena se sabe que León Castaños renunció a la dirección de la Comisión Nacional Forestal, luego de cargar la austeridad que le ha dejado sin posibilidad de proteger los bosques del país, incluso en la pasada temporada de incendios. Sus 2,762 millones de pesos para este año es sólo una fracción de lo que obtuvo en 2015, y también una fracción del programa socio electoral Sembrando Vida. Y que, por cierto, trascendió que quien ocupe el cargo será un operador político, un dirigente de UNORCA, Luís Meneses.