Pronóstico de violencia electoral: Alarmante

Tres días antes de Nochebuena, Ricardo Taja fue asesinado a balazos mientras se encontraba en un restaurante en Acapulco, Guerrero; era precandidato de Morena a la alcaldía de esa ciudad.

Ya iniciado este 2024, el 4 de enero, Alfredo Giovanni Lezama Barrera, regidor de Asuntos de la Juventud de Cuautla, Morelos, también precandidato a diputado local por el PAN, fue asesinado a tiros mientras estaba en el gimnasio. Y en menos de 24 horas, matarían a dos políticos más.

David Rey González Moreno, aspirante a la presidencia municipal de Suchiate, Chiapas, por el Frente Amplio por México, fue atacado por hombres armados cuando viajaba en motocicleta cerca de la frontera con Guatemala.

Más tarde en Colima, Sergio Hueso, quien buscaba ser el candidato de Movimiento Ciudadano para la alcaldía de Armería, fue asesinado a balazos mientras circulaba en su auto.

4 aspirantes asesinados en sólo 3 semanas, junto a los atentados contra dos mujeres políticas, Guadalupe Barrón, diputada del PRI, quien denunció un ataque a balazos contra su camioneta durante la madrugada del 7 de enero, presuntamente como una amenaza.

Al día siguiente, el vehículo de la dirigente de Morena en Jalisco, Katia Castillo, fue incendiado afuera de su casa, en el municipio de El Salto.

Y lo más reciente, el jueves 11 de enero mataron a Miriam Ríos Ríos, comisionada del partido Movimiento Ciudadano en el municipio de Jacona, Michoacán. Sucedió en un local comercial donde un grupo de presuntos sicarios atacó a balazos a la mujer trans, que también era activista por los derechos de la comunidad LGBT+.

Está claro que las condiciones en las que México va a enfrentar el proceso electoral más grande de su historia, en términos de violencia son muy adversas, y al ritmo que vamos, se podría superar la cifra de la elección intermedia de 2021, considerada la más violenta de todas.

De acuerdo a la consultora Etellekt, fueron asesinados 102 políticos, de los cuales 36 eran aspirantes o candidatos. Hasta el 30 de mayo de 2021 se contabilizaron 782 agresiones contra políticos y candidatos, lo que superó por 8 casos, el registro del violentísimo 2018.

El ámbito municipal ha probado ser el más letal. En 2021, el 89% de los asesinatos fueron sobre las contiendas municipales, donde el color del partido jugó un papel importante, pues 75% de las víctimas eran opositores a los gobiernos en turno de los estados.

Los asesinatos y atentados que han inaugurado este 2024, cumplen con la premisa una vez más, y aunque no está confirmado que las agresiones estén directamente relacionadas con las intenciones políticas de las víctimas, los hechos han evidenciado la violencia que se expande por el país y que inevitablemente pone en riesgo al proceso electoral.

Etellekt advierte que las agresiones no alcanzan sólo a los aspirantes, sino a funcionarios de gobierno, legisladores y operadores políticos. En 2021 la consultora registró 1,066 actos violentos en este sentido, que también incluye a familiares.

Aquel año, capacitadores del Instituto Nacional Electoral fueron presa de múltiples agresiones, enfrentaron asaltos, golpizas y amenazas, sin tener ninguna herramienta para defenderse.

Tabasco, Guerrero, Veracruz y Puebla fueron de los estados más afectados con estos incidentes, y precisamente en Puebla se anunció en diciembre pasado, que los capacitadores y supervisores electorales, contarán con un “Botón de Pánico”, conectado a las autoridades de seguridad. Falta ver que sirva de algo…

En diciembre pasado tanto el INE como el Gobierno Federal instalaron la Mesa de Seguridad Interinstitucional para el Proceso Electoral Federal 2023-2024, pero hasta hoy no está claro ningún sistema de protección para precandidatas o precandidatos y colaboradores de los institutos electorales.

El crimen organizado claramente va extendiendo sus tentáculos —aparentemente intocables— en esta elección y de múltiples formas; algunas estridentes y otras, peligrosamente oscuras y discretas.

Serán casi 100 millones de electores los que podrán participar en el proceso electoral más grande en la historia de México, que se está desarrollando en un marco de inseguridad inédito, que vulnera no sólo al proceso y sus protagonistas, sino a los propios ciudadanos.

Las historias del terror empiezan a repetirse, como en aquel 2021 en el que, por cierto, la mayoría de los casos registrados hasta hoy permanecen en la impunidad.

En este 2024 hablamos de una contienda electoral a nivel Federal y Local, en la que están en juego 20 mil 367 posiciones, lo que representa al menos 50 mil aspirantes en la mira ¿y sin una estrategia de seguridad?… Pronóstico: ¡Alarmante!