Viaje atropellado por la realidad

¡Bienvenido a México! 

Laura y Rodrigo llegaron al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México el 25 de diciembre provenientes de Argentina, para disfrutar de la Ciudad de México los últimos días del año y visitar por tercera ocasión un país que dicen admirar y haber aprendido a querer como suyo, después de largos recorridos en cada ocasión.

La última vez que estuvieron aquí fue en 2019, poco antes de que iniciara la pandemia, durante la cual se vieron obligados a cancelar una de sus expediciones en el panorámico tren El Chepe, que tanto les ilusionaba.

Pero este año que inicia, volvieron a México y emprendieron el viaje que tenían pendiente en Chihuahua. Salieron hacia allá el 1 de enero, para iniciar el 2023 en el norte del país, que no habían recorrido nunca.

Pero les tomó por sorpresa que, el mismo día que decidieron iniciar el viaje, la entidad quedaría en alerta por la fuga de decenas de presos del penal de Ciudad Juárez, que desembocó en la muerte de 12 elementos de la policía estatal.

Librados de ese primer susto y una vez arriba del famoso tren, tampoco imaginaron que llegando a Los Mochis tendrían que bajar y no podrían volver a subir de nuevo. Sinaloa estaba en llamas por el operativo en el que se detuvo a Ovidio Guzmán.

La pareja tuvo que permanecer alerta y encerrada por orden de las autoridades mientras “las aguas se calman”, alojados en un sitio que no estaba incluido en su itinerario y abrazados por el miedo que les impidió seguir avanzando.

Entonces su viaje de placer se tornó en una situación de desesperación por salir de Sinaloa.

Pasaron 4 días para que pudieran lograrlo y continuar su viaje rumbo a las paradisiacas playas de Nayarit, hacia donde llegó su tercer trago amargo, cuando se complicó su ingreso al estado. Un trayecto que duraría 7 horas, se convirtió un viacrucis de casi 13, en las que tuvieron que librar retenes y revisiones.

Lo que sería una estancia de 3 semanas para esta pareja de argentinos, se acortó a 12 días en los que no vieron más que violencia, muy lejos de las aguas turquesa de la Riviera nayarita, atrapados por el insomnio que se robó el sueño que venían acariciando.

Los jóvenes lograron tocar base de nuevo en la Ciudad de México, más tranquilos por sentirse en terreno conocido, pero ahora con una nueva incógnita: ¿cambiar su destino por las playas de Veracruz? Otro sitio tan desconocido para ellos, como pendiente en su bitácora.

Desgraciadamente la respuesta de propios y extraños de inmediato fue un rotundo ¡No! y cuentan que les bastó un par de clicks en sus dispositivos móviles para encontrar, en primera instancia, la alerta de viaje emitida por los Estados Unidos para el destino gobernado por Cuitláhuac García.

El reporte del país vecino lanzado a finales de 2022 señala:

“Los delitos violentos y la actividad de pandillas ocurren con mayor frecuencia en Veracruz, particularmente en el centro y el sur, cerca de Córdoba y Coatzacoalcos. Si bien la mayor parte de la violencia relacionada con las pandillas es dirigida, la violencia perpetrada por organizaciones criminales puede afectar a los transeúntes. Los controles de carretera improvisados que requieren el pago para pasar son comunes”.

La descripción es acertada sobre lo que ocurre en el estado, donde el crimen cobró la vida de ocho personas en las primeras horas del nuevo año, en ataques armados en diferentes puntos de Poza Rica; ese mismo día en Coatzacoalcos tuvo lugar el primer feminicidio, una mujer fue hallada muerta en su departamento y el día siguiente otra de 27 años fue hallada sin vida en una zona desolada.

Para los primeros 10 días del 2023 ya sumaban en Veracruz 40 muertes solo por homicidios dolosos y solo 24 horas después se anunciaba también el secuestro de dos policías en Córdoba y el asesinato de uno de los elementos, una mujer.

A la pareja de argentinos les quedan todavía algunos días en México, pero para ellos éste es un país en el que ya no es tan fácil viajar en el turismo relajado al que estaban acostumbrados, entre paradas de carretera y noches improvisadas.

Andar “del tingo al tango” ya no es posible, porque no se baila tan fácil al estridente son que toca la delincuencia organizada, frente a una inútil estrategia para frenarla…