Montserrat Salomón

La agonía republicana

POLITICAL TRIAGE

Montserrat Salomón*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. 
Montserrat Salomón
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
 
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El Partido Republicano ha sabido lucrar con el miedo. Siguiendo el ABC de los gobiernos populistas, identificó un enemigo común y volcó el descontento y el miedo hacia las minorías que vienen a cambiar el rostro de Estados Unidos. La fórmula no sólo es infalible, sino que se asienta sobre premisas verdaderas.

El votante de la base republicana, hombre blanco con pocos estudios y conservador, ha visto cómo en los últimos años ha cambiado el mundo. Las mujeres han entrado en escena portando banderas progresistas, la movilidad social y la migración no sólo han hecho ya raros los núcleos blancos, sino que han traído a escena distintos idiomas, credos y costumbres. El cambio ha sido acelerado, el miedo y el enojo fueron un botín político de gran valor.

Se estima que en poco más de una década los blancos estadounidenses dejen de ser una mayoría. Ante esta realidad, el P. Republicano ha puesto manos a la obra y ha puesto en marcha diversas estrategias para obstaculizar el voto de las minorías. Nuevas leyes, reestructuración de los distritos electorales, endurecimiento de las leyes migratorias y francas campañas de rechazo a la integración de las minorías en las comunidades conservadoras. Sin embargo, el tiempo avanza inexorablemente y el cambio llegará tarde que temprano.

En noviembre se celebrarán elecciones en EU en varios estados clave, entre ellos Texas. Texas lleva décadas bajo el gobierno del republicano Abbott y, aunque las encuestas le dan el triunfo, esta vez enfrentará a un vendaval llamado Beto O’Rourke. Beto representa la sangre nueva de los demócratas. Con 49 años y hablando un perfecto español, el carismático candidato ya estuvo a punto de lanzar de su escaño del Senado al polémico Ted Cruz.

O’Rourke cuenta con el descontento que hay en el Estado luego de las fallas eléctricas que cada vez son más comunes en una región plagada por compañías energéticas que parecen servir a otros intereses que nada tienen que ver con la vida de los ciudadanos de a pie. Todos recordamos la peor tormenta invernal en el Estado en la que hubo muertos por el frío, mientras se captó a Ted Cruz escapando del problema yéndose a vacacionar a Cancún. Beto retoma este descontento y ha acusado a Cruz y a Abbott de indolencia y corrupción.

El otro gran golpe ha sido la matanza de Uvalde. Abbott no sólo no prohibió la venta de rifles de asalto, como pedía O’Rourke, sino que eliminó el requisito de contar con un permiso de portación de armas, una decisión asesina.

Así, la batalla en Texas es una muestra de por dónde transitará la política estadounidense en la siguiente década, donde poco a poco, inexorablemente, habrá un cambio demográfico que, de no ser atendido por los republicanos, le dará el control a los demócratas.