Montserrat Salomón

La Haya contra Putin

POLITICAL TRIAGE

Montserrat Salomón*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Montserrat Salomón
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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El Tribunal Penal Internacional de La Haya emitió una orden de detención contra Vladimir Putin por el caso de la deportación ilegal de niños ucranianos de territorios ocupados a Rusia. Rusia no es miembro de ese Tribunal ni reconoce su jurisdicción; sin embargo, si Putin viaja al territorio de alguno de los países miembros, y hay voluntad política, podría ser arrestado y presentado ante la justicia.

Con este paso decisivo, la comunidad internacional trata de responder a la cascada de acusaciones de crímenes de lesa humanidad que se amontonan contra las autoridades y tropas rusas desde el inicio de la guerra en Ucrania. En esta ocasión, la acusación se centra en las familias ucranianas detenidas en las zonas ocupadas por Rusia y que fueron separadas, mandando a los menores a hogares de acogida en territorio ruso.

Si bien las autoridades rusas han calificado estas acciones de humanitarias y afirman que se trata de menores abandonados o huérfanos, los fiscales afirman que existe suficiente evidencia para afirmar que se trata de un programa que pretende reeducar a niños ucranianos en hogares rusos, separándolos de familiares que bien podrían encargarse de su cuidado o incluso de sus mismos padres.

Esta denuncia parece la punta del iceberg que se esconde tras la invasión a Ucrania. Las imágenes que quedaron plasmadas ante el mundo de cadáveres de civiles tirados por las calles de Kiev y sus alrededores cuando el ejército ucraniano recuperó ese territorio fueron aterradoras. La sospecha de ejecuciones sumarias se reforzó cuando se descubrieron cadáveres de civiles apilados, algunos de ellos niños, y con las manos atadas en centros improvisados de detención que las tropas rusas dejaron atrás cuando tuvieron que evacuar con prisa la región.

Según la activista ucraniana Oleksandra Matviichuk, Premio Nobel de la Paz 2022, este comportamiento es habitual en las tropas rusas, acostumbradas a actuar impunemente y apoyadas por la retórica de Putin que lo justifica todo y glorifica sus actos. Para Matviichuk, Rusia ejerce una estrategia de terror y desgaste orquestada para minar la resistencia a la par que destruye sistemáticamente la cultura e identidad de Ucrania. Un ejemplo claro es la violencia sexual que se ejerce sobre las mujeres y que está siendo documentada por diversas organizaciones en defensa de los derechos humanos. Las violaciones sexuales rompen los lazos de la comunidad y son un ataque a una etnia que Putin no reconoce.

Si bien toda guerra es dolorosa y lamentable, una estrategia bélica en la que deliberadamente se ataca a las mujeres y a los niños es especialmente deleznable. Es una táctica salvaje y efectiva para acabar con un pueblo y no debería tolerarse por la comunidad internacional.