POLITICAL TRIAGE

Paparruchas, tecnología y política

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Montserrat Salomón
Montserrat Salomón
Por:

Las paparruchas o fake news han sido las protagonistas de la política de los últimos años. Cuando estas notas falsas adquieren tintes políticos, nos enfrentamos a teorías de la conspiración, las cuales suelen presentarse en los populismos extremistas. Estas teorías son tan viejas como el mundo. Algunas, de vez en cuando, toman una fuerza descomunal y terminan en un frenesí sectario cuasi religioso. Son peligrosas y ahora, con el apoyo de las nuevas tecnologías, parecen imparables.

QAnon es el ejemplo perfecto del peligro de las falsedades combinadas con tecnología. Esta organización fue instigadora del asalto al Capitolio de EU. También fue la causante del famoso #pizzagate que ha fomentado la inverosímil creencia de que las grandes cabezas del Partido Demócrata dirigen una red de pedofilia desde la trastienda de una pizzería. Desde 2017, con Donald Trump como su principal anunciante, QAnon ha aglutinado seguidores desde los individuos aislados de la Deep Web hasta los suburbios fervientes, y un tanto narcisistas, que buscan una salida sencilla a sus inquietudes existenciales. Los malos, los enemigos, los satánicos… ellos contra nosotros, los elegidos, los que defendemos la verdad, los que somos humillados y atacados por el establishment.

Aprovechando la tecnología, QAnon extendió sus alas y llegó a convencer a millones de personas de un fraude electoral generalizado en contra de Trump que simplemente no existió. Incluso jueces nombrados por él desmintieron esta teoría al no estar sustentada en hechos. Sin embargo, la gente tiende a creer más en sus sentimientos que en los hechos. Si la realidad incomoda a mi pensamiento, peor por la realidad. Es más sencillo creer que el mundo está en mi contra y aferrarme a mis creencias. Además, no estoy solo, hay toda una red que me acompaña.

En esta historia todos perdemos y pocos ganan. Ganan personajes como Trump, que recaudó 170 millones para “defender su victoria” y se fue con ellos a su mansión a planear su siguiente paso. Pierde la democracia y la cohesión social; pierde la confianza en nuestros pares y el bien común.

Con dos seguidoras en la Cámara de Representantes —Taylor Greene y Boebert—, la influencia de las teorías de la conspiración seguirá presente. Y ahora, con el auge de tecnologías como los videos falsos hiperrealistas, el ataque a nuestros sentidos será continuo. Es urgente fomentar una actitud crítica ante los hechos. Regresar al periodismo de investigación, de evidencias y apegado a la verdad, entendiéndola como aquello que se apoya en la realidad y no en una mera creencia o sentimiento. Mientras no encontremos formas de regular las fronteras de la inteligencia artificial, más nos vale regresar a nutrir la inteligencia natural.