Pedro Sánchez Rodríguez

2023: Desdibujar al PRI

FRENTE AL VÉRTIGO

Pedro Sánchez Rodríguez*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Pedro Sánchez Rodríguez
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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El PRI está en proceso de desaparición. Por lo menos, a nivel estatal se juega este año su supervivencia como un actor relevante dentro de la escena política nacional. De perder Coahuila y el Estado de México, el partido tricolor se quedaría únicamente con Durango, el cual obtuvo en alianza con el PAN y el PRD en 2022.

La batalla se ve cuesta arriba en el Estado de México. La candidata del PRI, Alejandra del Moral, inició su precampaña en el municipio de Hueypoxtla con un evento sencillo y austero, comparado con el de su competidora, Delfina Gómez, que tuvo en Toluca un evento con más de veinte mil personas. Las preferencias electorales, según los sondeos publicados, hasta el momento le dan la ventaja a la exsecretaria de Educación Pública, precandidata de la alianza Morena, Verde y PT, tanto en medición de candidatos como en fuerzas políticas. Una diferencia que va entre el 8 y el 10% entre el primero y el segundo lugar.

Por cierto, el que esta elección pueda provocar la salida del PRI de su bastión más relevante, se suma al hecho histórico de que esta contienda también traerá por primera vez a una mujer al Ejecutivo del Estado de México.

Por su parte, en Coahuila, la batalla se ve más pareja. Las últimas encuestas revelan que el candidato de la alianza PRI, PAN y PRD, Manolo Jiménez, supera por poco (dos puntos porcentuales) al candidato de Morena, Armando Guadiana. El gran diferenciador en esta elección, comparado con la del Estado de México, es que en Coahuila la coalición oficial se dividió. Esto significa que habrá un candidato de Morena, como ya se señaló; un candidato por el Partido del Trabajo, el exsubsecretario de Seguridad Pública federal, Ricardo Mejía, y Lenin Pérez por el Partido Verde y un partido local, el Unidad Democrática de Coahuila.

Esto se debe a que dentro de los competidores de la izquierda existe una pugna y fuego cruzado, que le da esperanzas de supervivencia al PRI. Ricardo Mejía no estuvo conforme con la selección de Armando Guadiana como precandidato de la alianza Morena, PVEM y PT, y ha sido particularmente vocal en contra de la élite coahuilense y el propio candidato de Morena. Este hecho parece darle la ventaja a la coalición opositora en el estado del norte, aunque hay que decir que no demasiada.

Dado lo anterior, lo que podemos esperar en estas elecciones es que en el Estado de México la alianza PRI, PAN, PRD tenga que remar contra la corriente y, si hacen bien las cosas, que puedan mantener Coahuila como bastión. Sin embargo, las elecciones de 2023, si no hay situaciones relevantes en las siguientes semanas, pintan hoy para ser el golpe que desdibuje al PRI como un referente político de peso en la política estatal del país.