¿Quiénes se solidarizaron con Pedro Sánchez?

VIÑETAS LATINOAMERICANAS

Rafael Rojas *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Rafael Rojas
 *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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En medios españoles adversos al gobierno de Pedro Sánchez y el PSOE se da por sentado que el presidente respalda a las izquierdas gobernantes en América Latina y que éstas le corresponden en esa simpatía. El impasse que se abrió en los últimos días, tras el anuncio de que Sánchez se tomaría un tiempo para pensar si dimitía o continuaba en el cargo, luego de las acusaciones contra su esposa, Begoña Gómez, permite medir qué tanto apoyo posee el presidente socialista en América Latina.

Que sepamos, las declaraciones de solidaridad con Sánchez se limitaron a tres presidentes de la región: Lula da Silva en Brasil, Gustavo Petro en Colombia y Luis Arce en Bolivia. El presidente chileno Gabriel Boric, que hace apenas un mes estuvo en Madrid, y reiteró con Sánchez el compromiso de defender la solución de dos estados en Israel y Palestina, compartir estrategias para combatir la desigualdad y hacer frente al ascenso de las nuevas derechas, no se pronunció sobre el asunto.

En el caso de Lula y Petro es evidente que la solidaridad con Sánchez intenta trazar una analogía con sus respectivas oposiciones. Bolsonaro figura de sobra en el mapa de las nuevas derechas, pero en Colombia la oposición a Petro es muy diversa y difícilmente podría reducirse a algún liderazgo que se inscriba en el mismo territorio donde se afincan Vox o La Libertad Avanza. Arce, por su lado, está ahora mismo más enfrentado a Evo Morales que a cualquier político de la derecha boliviana.

En México, ningún periodista acreditado en la conferencia mañanera diaria preguntó al presidente por la posible renuncia de Sánchez. Es comprensible dada la tradicional tensión entre ambos líderes después de su encuentro en México en 2019. Luego vendrían la “puesta en pausa” de los vínculos bilaterales con España y el desaire de Amlo a la Cumbre Iberoamericana de 2023.

No hace mucho, la candidata Claudia Sheinbaum, en una equivocada suscripción de la diplomacia pasional de López Obrador, le reprochó públicamente a Sánchez que mostrara, en reunión de la Internacional Socialista, preocupación por la violencia y la inseguridad en México. Aliados del gobierno de Amlo en España, como Pablo Iglesias, no han ocultado, en estos días, su malestar con el “órdago” o amago de renuncia de Sánchez.

Tampoco ha habido solidaridad con Sánchez entre los gobiernos bolivarianos o del ALBA. Sólo una nota del Grupo de Puebla en contra del lawfare y la renuncia presidencial, que pareció responder más a un compromiso con José Luis Rodríguez Zapatero, miembro de ese foro.

Muchos de quienes salieron a defender al presidente español en las calles de Madrid llevaban símbolos afines a esas izquierdas, pero en círculos oficiales de Caracas, Managua y La Habana siempre se ha visto con recelo el liderazgo de un socialdemócrata como Sánchez, que en foros internacionales defiende las democracias constitucionales y denuncia la violación de derechos humanos en los tres países.