Roberto García Requena

El desfile de modas de las corcholatas

BANDA ANCHA

Roberto García Requena*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Roberto García Requena
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Las seis corcholatas inscritas en el proceso interno de Morena y aliados para elegir a su candidato presidencial rumbo al 2024 ya andan en franca promoción de su candidatura haciendo giras y eventos por todo el país. Estas son Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum, Adán Augusto López, Ricardo Monreal, Gerardo Fernández Noroña (PT) y Manuel Velasco (PVEM).

De acuerdo con las reglas internas establecidas por la cúpula del partido, para el próximo 6 de septiembre ya estará elegida la persona que encabece esta aspiración. El método, como ya se sabe, será a través de casas encuestadoras que harán un levantamiento a población abierta.

La dirigencia de Morena, a través de su presidente Mario Delgado, ha advertido que no es momento de que las corcholatas presenten propuestas por poder violentar las reglas electorales. Esto en respuesta a la propuesta de Ebrard para crear la Secretaría de la 4T e invitar a Andy López Obrador al frente de la misma. Propuesta que ese mismo día fue rechazada por Andy, por cierto.

Incluso hay expertos electorales, como el expresidente del INE Lorenzo Córdova, que advierten que el proceso de Morena son actos anticipados de campaña y que éstos deben de ser impedidos y sancionados por el árbitro electoral.

En este tenor, la verdad es que la promoción de las corcholatas está circunscrita a un desfile de modas. Sin propuestas, no hay elementos para poder decidir quién de los seis aspirantes es el más competente o tiene mejores ideas para gobernar.

Con esto en mente, la pasarela de corcholatas está limitada a un concurso de belleza, y a ver quién tiene mayor músculo para acarrear gente a sus eventos. No hay contenido, no hay fondo. La competencia está limitada exclusivamente a la forma.

Sería muy interesante, y en aras de que los encuestados para elegir al ungido tuvieran una respuesta mejor informada, los precandidatos pudieran al menos esbozar algunas ideas que permitiese conocer de qué van. Son muchos los temas de interés de la vida nacional.

Por ejemplo, ¿qué política económica se quiere empujar para reactivar la inversión privada? ¿Cómo restablecer el Estado de derecho y dar certeza de largo plazo a inversionistas? ¿Qué piensan hacer con el tema de la inseguridad en el que la estrategia de “abrazos no balazos” no dio resultados? ¿Qué propuesta hay para restablecer el sistema público de salud y regularizar el abasto de medicamentos? ¿Qué piensan hacer con los órganos autónomos constitucionales? ¿Qué va a pasar con las obras insignia de esta administración (refinería, Tren Maya y espacio aéreo)?

Como estas preguntas hay otras decenas de igual o mayor importancia que son necesarias las respuestas para elegir al candidato. De lo contrario, el ejercicio de selección estará vacío.