Roberto García Requena

Implicaciones de la Reforma Eléctrica

BANDA ANCHA

Roberto García Requena*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Roberto García Requena
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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La reforma constitucional al sector eléctrico (conocida como “ley Bartlett”) que mandó el Ejecutivo federal al Congreso tiene la abierta intención de regresarle al Estado, a través de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), el control y monopolio de la energía eléctrica en México.

Al ser constitucional la reforma, ésta requiere de mayoría calificada de votos (dos terceras partes) en ambas Cámaras del Poder Legislativo. Por ello, son indispensables algunos votos —56 en Diputados— para que dicha reforma sea aprobada. El PRI, PAN, PRD y Movimiento Ciudadano han anunciado que van en bloque a votar en contra, por lo que los votos no le van a alcanzar a Morena para transitar la reforma que quiere el Presidente López Obrador.

Al conocer esto, Morena, que tiene control de la Mesa Directiva en Diputados, difirió la votación que ocurriría este martes pasado para el próximo domingo. Seguramente esto en un intento de establecer distintos escenarios y tratar de presionar a algunos diputados de oposición, particularmente del PRI, para que voten a favor de la reforma.

Tan es así, que algunos puntos de la legislación fueron modificados a petición de la oposición. Por ejemplo, la no cancelación de Certificados de Energías Limpias; la no desaparición de órganos reguladores como la Comisión Nacional de Hidrocarburos y la Comisión Reguladora de Energía; el reconocimiento de contratos para la generación distribuida de hasta 1 megawatt, etc.

Aun así, los partidos de oposición ya mencionados se mantienen firmes en su rechazo y previsiblemente votarán en contra el domingo. Si bien la semana pasada la Suprema Corte no reunió los votos suficientes para declarar inconstitucional la Ley de Energía Eléctrica, hubo siete ministros que así la consideraron, por lo que la probabilidad de que prosperen los cientos de amparos que hay por resolverse es alta, y que la ley se convierta en letra muerta.

López Obrador sabe lo anterior, y por eso es su insistencia en que la reforma constitucional sea aprobada. Todo esto después de los resultados de la revocación de mandato y ya entrada la segunda mitad de su sexenio. Veremos que sucede este domingo. Es un juego de ajedrez económico, pero también político.

En otro tema. La calificadora Fitch Ratings ratificó en AAA(mex) la calificación de largo plazo en escala nacional de Grupo Televisa y en BBB+ las calificaciones internacionales de riesgo emisor de largo plazo en escala internacional.

Esto representa una sólida posición financiera de la compañía y la posibilidad de salir a buscar buenas oportunidades de colocación de deuda a nivel nacional y en mercados internacionales.