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Vanessa Rubio y sus prioridades

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Por lo complicado y políticamente costoso que es —y fue— alcanzar un lugar en la lista plurinominal, en un partido con fuerte competencia como el PRI, y más aún en una posición que le garantizó un escaño por seis años, resultó, sobre todo para tricolores y críticos de la 4T, muy disonante que Vanessa Rubio anunciara que pedirá licencia al Senado para irse a atender temas de consultoría y academia. Hubo quien comparó su salida, nos aseguran, con la de alguien que salta del barco en un momento complicado o que arría en medio de la batalla la bandera a la que decía tener lealtad. Como sea, el hecho es que la legisladora, siempre próxima al exsecretario de Hacienda José Antonio Meade, parece, en dichos de priistas, que no valoró la importancia de un espacio que sin competir obtuvo y que ahora con desdén desecha. Pero eso sí, se va “con la cabeza en alto”. Y vendrá su suplente, hoy afín a Morena, a ocupar el espacio.

• Perfiles probados rumbo al INE

Nos hacen ver que entre los nombres de los finalistas para ocupar uno de los cuatro asientos vacantes en el INE hay perfiles muy probados cuyo desempeño en las distintas pruebas que aplicó el Comité Técnico fueron además sobresalientes. Es el caso de Carla Humphrey, quien tiene más de 20 años de trabajo y experiencia en el tema electoral. Fue ya consejera en el Instituto Electoral del entonces Distrito Federal y tuvo en este proceso las notas más altas. Otros perfiles relevantes son los de Miriam Guadalupe Hinojosa Dieck, consejera de la Comisión Estatal Electoral de Nuevo León, y Rita Bell López Vences, consejera del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca. Una buena selección del Comité.

• Alfaro, oposición tolerable

Nos comentan que en la conferencia de prensa de ayer en la que interactuaron el Presidente y el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, se pudo haber sentado la base para una nueva vertiente de relación del Ejecutivo con la oposición, en este caso con una oposición que puede escuchar. Y no sólo porque en sus intervenciones tanto uno como el otro buscaron, como refirieron las reseñas del hecho, limar asperezas, sino también apagar la posibilidad de dejar sembradas futuras diferencias. El Presidente, por ejemplo, admitió la posibilidad de revisar el tema del Pacto Fiscal, que abandera Alfaro, a quien varias ocasiones llamó por su nombre, Enrique. Y este último en su turno optó por no arropar el desplegado de intelectuales que llaman a una alianza electoral de partidos que genere contrapesos al Presidente en la próxima elección. “Yo no creo que sea el momento de estar llamando a la confrontación, creo que es el momento de cerrar filas”. Ambos caminaron así, sin resbalar, en la cuerda floja.

• Registros sobre el desplegado

Y hablando del desplegado de intelectuales, nos aseguran, que varios de quienes lo firmaron y publicaron no dejaron de tomar nota, en principio, de la respuesta rápida que les dio el mandatario. Además, distinguieron que el Presidente con la habilidad que le caracteriza supo trasladar el planteamiento académico —circunscrito a una forma de expresión que para nada es nueva en la democracia mexicana— a un espacio en el que se interpretaría como de oposición de tipo electoral. También refrendaron que las benditas redes son, pero lo serán con el tiempo aún más, catalizadores de una polarización que no abre ni abrirá resquicio alguno a la argumentación inteligente. Por cierto, también anotaron que le llovió duro a varios de los que firmaron la publicación a pesar de que en esta ocasión no fueron sus promotores centrales.

• Lozoya, ni un día priista

A escasas horas de que aterrizara el avión de la FGR que transportó a Emilio Lozoya desde España a México, el PRI salió a desmarcarse del exdirector de Pemex, jurando y perjurando que nunca ha sido militante de ese partido. Porque resulta que, de acuerdo con el dirigente tricolor, Alejandro Moreno, se hizo una revisión en el padrón de militantes actual e histórico y no se encontró un solo registro de que “Emilio L” —como lo identificó— hubiese estado en el tricolor “un solo día”. Con eso buscó adelantarse a cualquier cuestionamiento que pudiera haber por actos ilícitos en gobiernos pasados. “Seamos claros, los actos de corrupción son individuales y, quien los cometa, debe enfrentar todo el peso de la ley. Lo que no debemos admitir es la confusión de igualar la conducta de un individuo a la de una institución”, dijo Alito.

• Otro ajuste al semáforo

Por cuarta vez en lo que va de la pandemia, la Secretaría de Salud ajustará los indicadores que determinan el color del semáforo en las entidades federativas. El anuncio se dará en la conferencia de esta noche y se deriva de que no terminan por hallarle la cuadratura al tema del desconfinamiento —ése que está metiendo en problemas a todo el mundo. El punto es que los mandatarios estatales siguen manteniendo diferencias de visión sobre el regreso de las actividades económicas con el subsecretario Hugo López-Gatell cuyo mayor conocimiento técnico está en el tema de la pandemia. Cada gobernador pulsa su propia realidad y es cada vez más urgente para ellos regresar a la actividad económica. Hoy, por cierto, se reanuda el semáforo que será para los gobernadores quincenal, aunque Salud insiste que tendrá uno semanal. Y ése puede ser otro problema. Al tiempo.