Salvador Guerrero Chiprés

Ejército, aprobación y necedad

CIVITAS

Salvador Guerrero Chiprés*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Salvador Guerrero Chiprés
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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En un chat muy ilustrativo de las opiniones en debate en el país y la capital nacional —sí, de la Benito Juárez—, quedó hace unos días claro cuando la reticencia a la admisión de los éxitos del otro es reveladora de los límites de la inmadurez política.

Un grupo de personas empujaba la defensa del INE y asociaba su prestigio a lo mejor del país.

Debate encendido. Acusación nada original a la voluntad atribuida al Presidente Andrés Manuel López Obrador, supuestamente inclinada a deshacer lo mejor de la nación democrática. Defensa acalorada y puntual del mandatario. Toma y daca. Entonces, alguien señaló: “Con todo, el INE tiene menor prestigio que la Marina, la Secretaría de la Defensa Nacional y la Guardia Nacional”.

Silencio.

Unos y otros, ante los datos firmes de la encuesta del Inegi, que demuestra lo contrario, dejaron ahí la discusión y eligieron otro asunto para continuar la conversación polarizada entre quienes reprueban los antagonismos y los que sostienen que la política es imposible sin ellos. Teórica y materialmente.

Si más del 80% de la población tiene una opinión favorable del trabajo desarrollado por una institución de seguridad pública, eso significa la aprobación a sus labores y a su presencia. Si militarización o militarismo implica predominio de lo armado desde el Ejército sobre la vida civil y su ausencia está definida por el hecho de que quien manda es el Presidente, deberá quedar claro.

Difícil, sin embargo, que ese segmento de la opinión publicada admita lo opuesto. Neciamente entran en esta contradicción: si hubiera esa condición de predominio, la voluntad del Presidente estaría subordinada al Ejército y entonces toda la “enorme concentración de poder” de AMLO y el supuesto argumento que la sostiene, carece de sentido.

Los congresos estatales lo discutirán. La Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana septiembre 2022, presentada ayer por el Inegi, expone que la Marina tiene una aceptación del 84.9%; las fuerzas militares del 82.3%, y la Guardia Nacional del 71.9%. Las Fuerzas Armadas tienen calificación aprobatoria de 95% en Piedras Negras, Coahuila, y de 93.7% en Escobedo, Nuevo León.

El secretario de Gobernación, Adán Augusto López, ha insistido en que sin el apoyo de la milicia los indicadores de inseguridad en algunas entidades se habrían desbordado.

La intervención del Ejército en la seguridad pública de los estados es un apoyo para las autoridades locales. La competencia ante los delitos es aún, lamentablemente, menor en las policías estatales. En la CDMX, la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, recordó que el Ejército ha sido vital en las labores de inteligencia policial, ante delitos como la tala clandestina o el patrullaje en los límites con Estado de México y Morelos, bajo un esquema de coordinación con las autoridades de seguridad y justicia.

Lo que pasa en la capital nacional es un ejemplo de las posibilidades de colaboración, en beneficio de la ciudadanía y su seguridad. Sin necedad.