El Bachillerato Nacional de la Nueva Escuela Mexicana marca un cambio histórico en la Educación Media Superior del país. Este modelo combina formación académica sólida, competencias laborales y una visión de futuro que integra calidad, equidad y pertinencia.
Su meta es lograr una cobertura nacional del 85 %, eliminando las desigualdades y garantizando acceso universal. Una de las principales innovaciones es la doble certificación, que otorga al estudiantado dos documentos: el Certificado de Terminación de Estudios y el Certificado de Formación Profesional, avalados por instituciones de alto prestigio como la UNAM, IPN, UAM y TecNM.
La política “Mi derecho, mi lugar” eliminó los rechazados, garantizando acceso total y equitativo a la Educación Media Superior.
El nuevo sistema ofrece dos rutas: el Bachillerato General, enfocado en competencias básicas, y el Bachillerato Tecnológico, que incorpora competencias extendidas orientadas a la empleabilidad y la innovación. Este diseño permite atender la diversidad de intereses y contextos de la juventud mexicana.

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A la par de la renovación académica, la SEP impulsa una amplia expansión de la infraestructura educativa. En todo el país se construyen 20 nuevos Centros de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (CBTIS), con una inversión superior a 1,215 millones de pesos, y 33 ampliaciones de planteles con una inversión adicional de 580 millones de pesos.

Estas obras se desarrollan en entidades como Estado de México, Puebla, Tlaxcala, Chiapas, San Luis Potosí, Jalisco y Michoacán, entre otras, donde ya se han realizado supervisiones de obra. Con más de 37,500 nuevos lugares y la creación de la Ley de Educación Media Superior, el Bachillerato Nacional se consolida como un proyecto educativo moderno, equitativo y con visión de futuro que fortalece el desarrollo humano, científico y social del país.
El nuevo Bachillerato Nacional impulsa infraestructura, nuevas carreras y formación con valor profesional y proyección laboral inmediata
Además, alumnas, alumnos, docentes, directivos y autoridades educativas federales y estatales trabajan para integrar la nueva Ley de Educación Media Superior, que será un marco jurídico innovador y marcará un cambio radical en el bachillerato mexicano.
Porque en el nuevo Bachillerato Nacional, cada estudiante cuenta, cada lugar importa y cada derecho se cumple.

