Por primera vez en siglos, investigadores han confirmado la presencia de castores en el río Tajo, un hallazgo publicado en la revista Galemys por los expertos Marco Ansón y Celia Garcías. Ésta es la primera vez que se detecta la especie en esta cuenca, tras su desaparición causada por la caza intensiva y la degradación de su hábitat. La reaparición del castor en el Tajo es un evento significativo para la biodiversidad local, ya que estos animales desempeñan un papel clave en la restauración y equilibrio de los ecosistemas acuáticos. Sus presas y madrigueras favorecen la retención de agua, la formación de humedales y la creación de refugios para otras especies. Aunque aún se desconoce cómo llegaron al Tajo, los investigadores consideran su presencia una oportunidad para estudiar el impacto ecológico de su regreso y evaluar medidas para su conservación.


