Especial
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El cuerpo de un hombre decapitado, al que también le cortaron la piel para formarle un par de “Z”, fue abandonado la madrugada de ayer a un costado de la carretera Picacho-Ajusco, colonia San Nicolás II.
El cadáver estaba envuelto en bolsas de plástico negras y amarrado con cinta. En su espalda tenía “rayada” con un objeto filoso una de las letras.
La cabeza fue colocada en otra bolsa a un costado. La misma “Z” la tenía en la frente.
Informes de la Procuraduría capitalina (PGJ) indican que el hombre al parecer es Chiapas y tenía 32 años. Una credencial que se le halló lo identifica como Luis Alejandro Hernández Rivera.
Por los tatuajes de la Santa Muerte que tenía en el pecho y en el brazo izquierdo, las autoridades suponen que es un vendedor de droga o algún delincuente.
Esta zona del Ajusco es la misma donde las autoridades capitalinas han reportado la presencia de un cártel autodenominado La Nueva Administración, grupo que se ha adjudicado asesinatos en Guerrero y Morelos en los últimos meses.
En una serie de mensajes dejados junto a los cuerpos aseguran estar encabezados por Héctor Beltrán Leyva, El H, y el cártel de Los Zetas.
De acuerdo con reportes de la PGJDF, a ellos se les atribuyen al menos seis homicidios en el último mes en el Ajusco.
Uno fue cometido el 2 de octubre en la colonia Belvedere. A Joaquín de la Rosa Zavala lo ataron de pies y manos con cinta y le pusieron una bolsa en la cabeza. Junto a él dejaron un recado firmado por La Nueva Administración.
Las otras cinco víctimas fueron miembros de una familia de la colonia San Miguel Ajusco dedicada al narcomenudeo.
Según confesiones de algunos hombres capturados por este crimen, fue el líder de La Nueva Administración en el Ajusco quien ordenó la ejecución, pues esta familia se negaba a pagar una “renta” por poder vender cocaína y mariguana.
El Gringo, líder en el DF. Los datos obtenidos por la PGJ indican que el líder de la Nueva Administración es alguien apodado El Gringo o El Güero.
No tienen su nombre. Sólo saben que es blanco, con acento norteño, mide más del metro 85 y siempre está armado. Algunos dicen que es un ex policía.
Aparentemente se traslada desde Morelos hasta la zona sur del DF sólo para dar órdenes o cerrar tratos. Normalmente se reúne en domicilios de la colonia Ampliación Miguel Hidalgo. Viaja en camionetas siempre acompañado de escoltas.
El pasado 16 de octubre, la PGJ realizó un operativo en el que buscaba detenerlo en un centro comercial al sur de la ciudad. La dependencia envió a 30 agentes a capturarlo, la mitad de ellos eran del GERI, el resto de la Fiscalía en Tlalpan. Iban encabezados por los comandantes Carlos Téllez, director de Fiscalías Desconcentradas, y Armando Rincón, del GERI.
Un informante de la PGJ les dijo que El Gringo llegaría a las 10:00 horas. Al final, luego de una hora de espera, no llegó.
Desde enero de 2008 el DF no tenía registros de un decapitado. Aquella vez dos agentes aduanales fueron decapitados y sus cabezas abandonadas a dos cuadras del aeropuerto.
