En el mercado ambulante de Medellín, en la delegación Cuauhtémoc, en el de La Lagunilla, en el de Buenavista… Es en esos lugares donde agentes capitalinos han rastreado a los colombianos que se dedican a saquear casas en el Distrito Federal, pues saben que ahí venden las cosas que roban en Polanco, Las Lomas y la Condesa.
Y ahí, en el de Buenavista encontraron hace unos días a una banda de ladrones integrada por cuatro hombres y tres mujeres originarios de Cali y Bogotá, que tenía, cuando menos, tres meses en la Ciudad de México robando casas en las delegaciones Cuauhtémoc, Benito Juárez y Miguel Hidalgo.
Reportes de la Dirección de Inteligencia de la PGJDF revelan que dos de ellos contaban con antecedentes penales por robo en Cali, donde estuvieron presos.
De acuerdo con los informes, se trata de Julio César Álvarez Forero, de 41 años, y Cristian David Valencia Aguado, de 31.
Junto con ellos fueron capturados Edwin Ricardo Bejarano Barrios, de 27; Jaime Esteban Ocampo Muñoz, de 19; María del Pilar Aguado Hernández, de 28; Edna Ruth Muñoz Parra, de 46; y Mayra Gutiérrez Leo, de 28.
Los agentes de Inteligencia los rastrearon en La Lagunilla y en el mercado de Medellín, pues sabían que ahí acostumbraban a vender. Sin embargo, en un principio no los ubicaron.
En el expediente FACI/ACI/T2/076/15-07 se detalla que fue en días pasados cuando los elementos de la Policía de Investigación (PDI) llegaron hasta la zona de Buenavista, pues sabían que ahí también acudían a vender objetos.
Sabían que comercializaban cosas muy por debajo de su costo original, pero la mayoría de ellas parecía que estaban usadas.
Fue así como los agentes encontraron a cuatro de los colombianos vendiendo ropa, zapatos, plumas, relojes, lentes para sol, carteras…
Los elementos policiacos comenzaron a interrogarlos y en ese momento llegaron otros tres.
Al ver que sus connacionales estaban con la policía, éstos intentaron escapar, pero fueron alcanzados por los agentes.
Al saberse detenidos, los colombianos intentaron sobornar a los elementos de la Procuraduría con 10 mil pesos en efectivo, cinco paquetes con cocaína y la mercancía robada que estaban vendiendo.
En un principio los hombres y mujeres dijeron que su productos era adquiridos en centros comerciales. Pero después confesaron que la vendían en ese tianguis, pues no eran de prestigiadas marcas y no podían ofertarla en otro lado o llevarla su país, pues nadie se las compraría. Contaron que se dedicaban a robar casas y que por eso tenían tales objetos.
Los siete fueron presentados en la Agencia Central de Investigación de la Procuraduría capitalina.