Acorralado, Lord Ferrari acosó a otra de sus víctimas de fraude

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Foto: larazondemexico

Cuando la Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México (PGJCDMX) ya le había cateado su casa, decomisado su Ferrari y un auto de escoltas, Alberto Sentíes buscó a la última persona a la que defraudó para cuestionarle por qué había presentado una denuncia en su contra.

A través de su hermano Felipe, Sentíes Palacio llamó al empresario Misael Vázquez Castillo, a quien le robó alrededor de 50 mil dólares, y le pidió que retirara la denuncia y que después “arreglarían las cosas”.

Supuestamente para ese momento, agentes de la Policía de Investigación mantenían vigilado a Alberto Senties.

Hasta ahora, el empresario Vázquez Castillo no sabe cómo fue que Sentíes se enteró de la denuncia que presentó en la Procuraduría capitalina, pues él no le contó a nadie. Según le dijo su hermano Felipe, Sentíes Palacio estaba fuera de la Ciudad y aun así supo todo.

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“No sé cómo fue que se enteró de la acción que realizamos, alguien violó la secrecía de la averiguación previa y le avisó que habíamos procedido”, explicó a La Razón el propietario de International Trade and Distribution S.A. de C.V.

Al igual que con otras cuatro empresas, la de Misael Vázquez le entregó a Sentíes alrededor de 50 mil dólares para los trámites de un supuesto préstamo que nunca se concretó.

“Felipe Sentíes me llamó y me dijo: mi hermano está fuera de México, él regresa el martes, ya sabemos que levantaron una denuncia y mi hermano quiere platicar contigo”, recuerda el empresario.

Cuenta que le pidió que le comentara a su hermano que si en verdad quería esa reunión “sería con el dinero en la mano, los 50 mil dólares que me debían.

“Le dije que en cuanto me regresaran mi dinero yo entraba con el ministerio público y le otorgaba el perdón”, explica.

Al final, esa reunión no se produjo. De Felipe y Alberto Sentíes, ya no supo más.

Misael Vázquez recuerda que Alberto Sentíes buscaba protegerse siempre legalmente para poder librar las acusaciones de fraude en su contra. No acudía a firmas de contratos, no daba números telefónicos personales, y sólo daba la dirección de sus oficinas. De hecho, el documento en el que Sentíes acepta la entrega de una parte de esos 50 mil dólares tiene un sello con su nombre y el de su compañía, pero no su firma.

El pasado 17 de marzo Misael Vázquez presentó su denuncia en la Procuraduría capitalina y pidió la detención de Alberto Sentíes argumentando que se trataba de un caso urgente.

“El ministerio público tard, lo hubieran podido detener en ese momento, pero no lo hicieron”, lamentó.

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