Sergio Ángel Soriano fue el ‘ángel’ que logró ayudar a la abuelita que protegió con su cuerpo a su pequeña nieta de 2 años de edad, tras la terrible explosión que ocurrió el 10 de septiembre en el Puente de la Concordia en Iztapalapa.
La imagen del uniformado cargando a una bebé, mientras a un lado de él camina una mujer a la que él también ayuda a caminar tras salir de las intensas llamas del trágico estallido que cobró la vida de 8 personas hasta la tarde del jueves 11 de septiembre.
En una entrevista radiofónica en la estación 98.5 de fm, el uniformado contó su experiencia de cómo vivió esta tragedia y cómo logró ayudar a la señora Alicia Matías, gracias a que su hermana y su cuñado llegaron en moto al lugar de la catástrofe y pudieron trasladar a la menor y a la abuelita a un hospital para que recibieran ayuda.

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Policía héroe cuenta cómo vivió la explosión y ayudó a abuelita y a nieta quemadas
Sergio Ángel Soriano contó que él estaba el zona de desastre porque es comisionado en la seguridad del paradero de Santa Marta. Señaló que cuando se encontraba ahí trabajando como siempre sintiendo el estruendo muy fuerte de la explosión, pero de repente empezó a sentir calor y fue cuando vio una llamarada de 20 a 30 metros de altura.
“De inmediato pues empiezo a correr, pues yo voy gritando a gente que se desalojara, que se ocultara, que corriera, Tratando de alejarla del epicentro de la explosión”, narró el uniformado.
Mencionó que en ese trayecto en el que iba corriendo se encontró con la abuelita Alicia, quien se encontraba toda quemada de la piel y de la ropa. Contó que en un inicio él no sabía que la señora traía con ella una bebé pues la niña se había pegado a su abuelita por las quemaduras de ambas.
“Nadie me respondía y continuó corriendo hacia el epicentro de la explosión y me percato de esta persona Alicia y pues veo asustado que viene totalmente quemada. De primero, yo no sabía si era su nieta porque pues la traía pegada. La ropa se le pegó y yo no sabía que era. Y de repente pues me acerco y me dice ´mi niña’, le digo ‘sí, digo dámela’, me la entrega. Y es cuando me percato que es una niña, una niña pequeñita como de dos a tres años”, señaló el policía.
Asimismo, el uniformado trató de resguardar a la abuelita y a su nieta, pero cuando iba caminando buscando ayuda, su hermana y su cuñado, como caídos del cielo, llegaron en una motocicleta y fue que Sergio se movilizó, se subió al vehículo y llevaron a la niña a un hospital.
“La encontré mal, porque pues sus manitas, sus piecitos, su cabecita y pues iban quemando. Y parte de la ropa que la niña traía se le pegó a la piel. Y así mismo pues esta ropa pues todavía seguía quemándose. ¿Qué hago? Pues arrancársela como pude. Llevarme a la abuelita y a la niña a un lugar seguro y tratar de dejarle la explosión. Porque pues seguía ardiendo”, contó.

Sergio relató que se asustó porque la niña no reaccionaba, pese a que estaba despierta, pues considera que por el shock y las heridas no daba respuesta, trató de hacer que ella hiciera algún gesto dándole palmadas en la espalda, pero no obtenía respuesta y sintió que la perdía, dijo que fueron los minutos más largos de su vida.
“Iba despierta, pero no tenía, no me hablaba, no me hacía gesto, no se movía. En shock. Exactamente. Ya llego y veo a la señora y dice, pues qué se siente, ¿no? Saco una navaja y empiezo a cortar la ropa que se seguía quemando. Yo tratando de hacer que la niña reaccionara y no me reaccionaba. Ya fueron ahí minutos que me hicieron a mí eterno. Todo pasó pues muy rápido. Para mí se me hizo eterno. Pues yo sentí que la niña se me moría”, recordó.
De este momento circula un video en redes sociales grabado por el policía en el que se ve que traen a la menor en la moto y cuando llegan al hospital él empieza a quemar, “Bebé quemado” y los médicos y enfermeras del nosocomio le abren la puerta para atender a la niña rápidamente.
“Yo le estoy muy agradecido a los médicos del IMSS porque me apoyaron en esta situación que se nos salió de control, fue un tiempo terrible, fue catastrófico. Gente quemada, heridos, muertos, todos corriendo, la circulación detenida, todo quemándose. Y desafortunadamente me apoyaron con ella y ya posteriormente con su abuela”; concluyó el policía.

