Omar Alejandro García Escorsa, El Barritas, era una persona, presuntamente, en situación de calle, quien vivía debajo del Puente de la Concordia, en Iztapalapa, en una pequeña casa hecha de cartón, lonas y bolsas recolectadas entre la basura, hoy reducida a cenizas. El joven falleció ayer tras la explosión de una pipa de gas LP en el lugar.
El 10 de septiembre de 2025, la volcadura del remolque de la empresa transportadora Silza, S.A. de C.V., provocó un incendio en la zona que cubrió por completo la casa de cartón. De pronto, las paredes que refugiaban a Omar Alejandro y a otras cinco personas sin hogar se convirtieron en una prisión de llamas.
- El Dato: El Gobierno local anunció que brindará una serie de apoyos a las familias de las personas afectadas por la explosión de la pipa, así como ayudas para los gastos funerarios.
Omar Alejandro escapó de la casa y caminó hacia el hogar de una tía suya, pero sufrió quemaduras en 90 por ciento de su cuerpo. El joven de 28 años de edad fue internado en el Hospital General Regional 197 de Texcoco, Estado de México, donde falleció la mañana del martes. Según el último reporte de las autoridades capitalinas, 19 personas han muerto por la tragedia.

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“Empezaron a salir todas las personas de esa casa hacia la orilla. Omar caminó hasta la gasolinera. Una tía suya lo encontró. No había ambulancias y hasta que pasó una patrulla su tía le pidió llevárselo”, explicó a La Razón Alejandra Pacheco, vecina de Lomas de Zaragoza, quien presenció la tragedia.
De acuerdo con diversos vecinos, otras cinco personas en situación de calle y dos gatos callejeros se refugiaban en la casa de cartón; no obstante, reconocieron que no saben sus nombres ni los nosocomios a los que fueron llevados.
- 3 cirugías, al menos, le practicaron médicos a Omar Alejandro
- 6 días han pasado desde la explosión de la pipa de gas LP
“Nadie habla de las víctimas que vivían en la calle. Ellos son los olvidados de la tragedia. Donde fallecieron está solo. Ahorita voy a ir a poner una veladora, porque nadie dice ‘vela por ellos’ y fueron los más afectados”, sentencia Alejandra Pacheco al respecto.
Abril Díaz Castañeda, joven sin hogar y novia de Omar Alejandro, también estaba dentro del refugio, según contaron a este diario vecinos y locatarios de la colonia Lomas de Zaragoza.
La ropa de la mujer, como la casa de cartón, terminó hecha cenizas. Desnuda e igual con quemaduras en 90 por ciento de su cuerpo, Abril Díaz salió de la casa y siguió a Omar. Aunque vecinos y locatarios le pidieron que dejara de caminar y forzar su cuerpo, la mujer de 34 años insistió en llegar con su amado.

“Atrás de Omar venía Abril, porque quería estar con él. ‘¡No, es que quiero ir con mi esposo!’, decía y decía. Abril iba bien en la vida, incluso trabajaba por aquí”, relata Alejandra Pacheco.
Actualmente, Abril Díaz está internada en el Hospital de Traumatología “Victoriano de la Fuente Narváez”, en la alcaldía Gustavo A. Madero.
A Omar Alejandro le decían El Barritas, pues vendía barritas Marinela en los camiones que vienen a esta zona de la autopista México-Puebla o la Calzada Zaragoza. La gente que convivió con él lo describe como alegre, respetuoso y carismático.
“Era buena gente, aquí en la gasolinería vendía sus barritas y puras golosinas. Era respetuoso, un chavo bueno. No le hacía daño a nadie y trabajaba”, aseguró Temo Rodríguez, vecino.

De acuerdo con los entrevistados, Omar Alejandro salió de su casa, en Chimalhuacán, Estado de México, debido a problemas de consumo, principalmente, de crystal; no obstante, en los últimos meses comenzó a superar la adicción y buscaba superarse.
“Ya no se drogaba, ya la estaba llevando bien la vida. Hasta andaba limpio, bañado, el güey. Se compraba un garrafón de agua de 20 litros aquí en la gasolinera y con él sí se bañaba y lavaba su ropa y tenis”, relató Víctor, trabajador de un local de birria y amigo de El Barritas.
Hace dos años construyó una pequeña casa de cartón en el Puente de la Concordia. El humilde hogar, ubicado en la frontera entre la Ciudad de México y el Estado de México. El sitio pronto creció y se convirtió en un refugio para una decena de personas sin hogar, como su pareja Abril Díaz.
“Él fue quien inició la casita. Después se juntaron más amigos. Nosotros los considerábamos como vecinos. Luego los veíamos desde nuestra ventana y decíamos: ‘Ay, los vecinos ya agrandaron su casa, tienen jardín y hasta bandera de México”, recordó con cariño Alejandra Pacheco.
Ricardo David Ortiz Escorsa, quien estuvo al pendiente de Omar Alejandro García Escorsa en el Hospital 197 de Texcoco, publicó ayer en sus redes sociales un video en el cual anunció el deceso de su hermano.
El joven agradeció el apoyo que brindó la sociedad a su familia, así como a otros afectados por la explosión de la pipa. Anunció que él y sus cercanos dejarían la carpa instalada en el nosocomio donde hay más víctimas que esperan respuesta de sus familiares.
“A todas las personas que nos vinieron a apoyar lamento informarles que mi hermano, Omar Alejandro, acaba de fallecer. Estamos haciendo los trámites correspondientes para que nos puedan entregar el cuerpo.
“Es una triste noticia, yo lo acabo de asimilar, estoy tranquilo, pero por dentro me duele mucho, es un dolor muy fuerte, algo muy lamentable, es algo muy triste, pero trato de ser lo más fuerte que se pueda por mi mamá”, expresó en el video que publicó en Facebook.
A una semana de la tragedia tras la explosión en Iztapalapa, el Puente de la Concordia es un jardín de plantas y árboles carbonizados y una serie de memoriales por las víctimas. Los homenajes están adornados por cruces, flores, veladoras, fotos de los fallecidos y ofrendas, desde dulces y café, hasta cigarros.
Por el contrario, en la casa de cartón que refugiaba a una decena de personas en situación de calle, ahora sólo quedan cenizas, el cadáver de uno de los gatos que cuidaban las personas en el lugar y bolsas llenas de basura.
A pesar del estado del lugar localizado abajo del Puente de la Concordia, ahí, entre las ruinas de lo que fue una vivienda para algunas personas hay una vela encendida que vela por El Barritas, las más de 16 víctimas mortales más, así como por aquellas que están hospitalizadas.

