Autoridades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) confirmaron que, antes del asesinato de Jesús Israel “N”, existió una advertencia de que el estudiante del Colegio de Ciencias y Humanidades plantel Sur (CCH Sur), Lex Ashton “N”, acudiría armado, pero ésta no fue directa a las autoridades.
Durante la reunión entre autoridades universitarias y estudiantes del CCH Sur, éstos exigieron confirmar si la madre de Lex Ashton “N” avisó a la escuela que se dirigía armado a las instalaciones, antes del homicidio, como ha circulado en las redes sociales.
- El Dato: Lex Ashton “N” estaba en grupos virtuales Incel, es decir, comunidades violentas de hombres en las que, dice, no pueden mantener relaciones amorosas con mujeres.
En respuesta, la directora del plantel, Susana Lira de Garay, indicó que se reservan la información por el momento, para salvaguardar las investigaciones de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México sobre el caso.

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“Tenemos alguna información, pero nos piden ser muy discretos sobre el procedimiento penal que se está llevando.
“En el momento en que los peritos y la Fiscalía ya nos lo autorice, con mucho gusto daremos a conocer los detalles hasta donde sabemos. Porque cualquier información que se diga puede entorpecer el procedimiento”, explicó.
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En tanto, el coordinador de Planeación Institucional de la Secretaría de Prevención y Seguridad Universitaria de la UNAM, Jorge Ibarra Cárdenas, dijo que la Fiscalía capitalina revisa actualmente la actuación de las autoridades universitarias en el caso.
“Podemos asegurar que se implementaron todos los protocolos desde que la Universidad tuvo conocimiento del evento”, puntualizó.
Después de la participación del funcionario, una de los universitarios presentes en la reunión leyó el existente protocolo en caso de presencia y uso de armas dentro de la academia.
Este documento indica, explicó la joven, que si hay una sospecha razonada portación de un arma dentro del plantel, se tiene que dar aviso a las instancias centrales de seguridad universitaria. Y en los supuestos en los que se confirme la presencia de un arma se debe llamar al 911 por esta causa.

“Ya se ha dicho que la mamá de Lex Ashton avisó a ustedes, a la dirección (del CCH Sur) o al 911 que este chico iría armado y lo que tenía previsto hacer (...) Si se llamó al 911, no pasó nada. ¿Dieron aviso a las instancias centrales?”, cuestionó la estudiante.
En respuesta, Ibarra Cárdenas aseguró que hubo una comunicación indirecta con las autoridades universitarias, lo cual confirmó la existencia de una advertencia previa sobre el ataque.
“Como mencionamos, no podemos dar los detalles, pero sí queremos aclarar que la comunicación no se dio de forma directa a la UNAM, se dio hacia a un tercero. Y ese tercero, a través de otra persona, da un informe a las autoridades universitarias.
“Se está revisando con la Fiscalía, pero la comunicación no es directa hacia las autoridades. Se da a un tercero, totalmente ajeno a la universidad y al plantel. Es más, hasta ajeno a la ciudad. Y con otra cadena es que llega al conocimiento de las autoridades (universitarias). Los momentos en lo que se dio es lo que se está pasando a la Fiscalía”, mencionó.
Mientras se desarrollaba la reunión, una marcha universitaria se dio del plantel sur a Rectoría para exigir una mejor seguridad en el plantel y justicia por Jesús Israel. Durante la protesta, un profesor de historia de ese colegio, quien se identificó sólo como Misael, explicó que el ingreso de armas es un problema histórico en las instalaciones.
“Ha habido casos de estudiantes que han entrado con armas blancas y de fuego al CCH. No es nuevo, desde que empecé a dar clases hace más de una década ha pasado”, comentó a La Razón.
En el marco de la protesta, la Subcomisión de Bachillerato de la Comisión Especial de Seguridad del Consejo Universitario de la UNAM acordó iniciar la revisión integral de los protocolos de seguridad de la institución y proponer medidas adicionales de acceso a los planteles.
Asimismo, se comprometió a implementar y reforzar estrategias de apoyo psicosocial, de manera inmediata.
TEMOR EN AULAS. El asesinato de Israel “N” ocurrido dentro del CCH Sur el pasado lunes, no sólo encendió las alarmas entre madres y padres de familia, también dejó a los estudiantes con miedo e incertidumbre.
Sofía, de 16 años y recién ingresada al plantel, confesó que el asesinato de su compañero la hizo sentirse vulnerable y preguntarse cuál era la probabilidad de que ella pudiera haber sido la víctima.
La joven, quien mencionó que del estrés desarrolló un tic en el ojo, consideró que tras la agresión nada garantiza que un hecho similar no vuelva a repetirse.
“De todos modos allá adentro, ¿quién nos asegura a nosotros que vamos a estar seguros? Yo estoy de acuerdo con que pongan detectores de metal. Qué tal que a otro se le bota la pinche canica y nos empieza a matar a todos.
“Uno ya no puede estar seguro ni tranquilo”, dijo con frustración.
En tanto, Emiliano, de 17 años, compartió el mismo sentimiento de shock e impotencia, pues para él, entrar al CCH Sur representaba una oportunidad valiosa que ahora se ve ensombrecida por el miedo.
“Se me hace una jalada, porque no se vale, éste es mi segundo intento para quedar en esta prepa y me entristece y me frustra mucho que llego y me entero que mataron a alguien”, mencionó el joven a este diario.


