El 1 de enero estará prohibida la oferta

A horas de Navidad persiste en Mercado de Sonora la venta de perros, gatos...

Locatarios del lugar tienen a seres sintientes hacinados en jaulas; exhiben especies exóticas y hasta restos de animales para santería; prohíben tomar fotos y videos

Animalistas protestan contra el maltrato animal en el mercado, en octubre.
Animalistas protestan contra el maltrato animal en el mercado, en octubre. Foto: Cuartoscuro

“Ese camaleón se los dejo en dos mil 500, ya para que se lo lleven. Se los muestro, ¿quieren o no?”, expresó intimidante un vendedor de animales del Mercado de Sonora. A poco más de una semana de que esté prohibida la venta de seres vivos en este sitio, los pasillos siguen llenos de clientes, las jaulas continúan sobrepobladas y los comerciantes mantienen intacto su inventario.

En un recorrido, La Razón observó que en este sitio de la alcaldía Venustiano Carranza aún se vende de todo, desde los animales de compañía y granja más comunes, como perros, gatos, conejos, pollos, cabras y patos, hasta especies enlistadas en la NOM-059-SEMARNAT-2010, como crías de cocodrilo, camaleones, serpientes y aves protegidas por la ley.

  • El Dato: El artículo 13 de la Constitución Política de la CDMX reconoce a los animales como seres sintientes, por lo que se debe respetar la vida e integridad de estas especies.

“¡Amiga, quieres un cuyo? Baratos, amiga, te lo doy en 300”, “Una cabra, conejos, gallinas, patos... ¡Qué te damos?” son algunas de las ofertas que gritan sin reparo los locatarios a todo posible comprador que camina en los pasillos. Todo esto, a horas de Nochebuena, de Navidad y a días del 6 de enero.

Pese a que la venta de seres sintientes sigue como siempre, el ambiente es tenso, los locatarios están en alerta y, por lo mismo, son más intimidantes. En casi todos los puestos, un letrero recibe a los clientes con una advertencia clara: “Prohibido tomar fotos y videos, no insista”.

La amenaza no es simbólica, porque cualquier intento por sacar el teléfono, incluso por error, desata insultos y agresiones verbales por parte de los vendedores de la zona.

  • 5 mil 500 es el costo por un periquillo cabeza amarilla en este mercado

Así le ocurrió a una mujer por levantar su celular para revisar un mensaje, pues al momento en que lo hizo, un sujeto que estaba alejado de ella le gritó: “¡Que no se puede grabar, chingada madre!, ya guarde eso madrecita, no se lo voy a repetir”. Todo eso entre el ruido causado por los ladridos de decenas de perros, el graznido de algunas aves, los maullidos de gatos, entre otros sonidos.

Aquel hombre ofrece loros cabeza amarilla en seis mil pesos, crías de cocodrilo por más de cinco mil, urracas azules en tres mil, camaleones en dos mil 500 y dragones barbudos en dos mil; todas estas especies están incluidas en la NOM-059-SEMARNAT-2010.

“Eso es un perico de estos de cabeza amarillita, para que te repitan cosas. Está en seis mil, pero si te lo llevas te lo dejo en cinco 500. ¡Anímate!”, expresó.

  • 62 años de existencia tiene el Mercado de Sonora en la alcaldía V. Carranza

Esta oferta indiscriminada ha sido denunciada durante años por activistas e incluso por diputados locales, como lo hizo el ahora presidente de la Mesa Directiva del Congreso capitalino, Jesús Sesma Suárez, quien propuso un punto de acuerdo para que autoridades federales y de la ciudad identificaran y atendieran casos de venta y maltrato de animales y se verificara el cumplimiento de la norma en protección de los ejemplares.

La venta de especies vivas es el tercer giro con mayor presencia en el mercado de 67 años, pues representa 16.5 por ciento del total de negocios, superado en primer lugar por la juguetería, con 85 establecimientos, y en segundo por la herbolaria con 77.

En un reporte reciente, la alcaldía Venustiano Carranza contabilizó 70 locales con giro de venta de ejemplares vivos. Las familias que más negocios tienen son los Daniel Zárate y Daniel Martínez, con nueve; los Olea Méndez, cuatro, y los González Mendoza, tres.

Los datos difieren de los reconocidos por la alcaldesa Evelyn Parra Álvarez, quien ha sostenido que son 84 locales de venta de animales vivos, de los que 30 ya cambiaron de giro y al menos 50 más tendrían que hacerlo antes del cierre del año o enfrentar la clausura a partir del 1 de enero de 2026.

El 12 de octubre, Parra Álvarez informó que, por orden del Tribunal de Justicia Administrativa de la Ciudad de México, la venta de seres sintientes en el Mercado de Sonora quedaría prohibida, por lo cuales los locatarios tendrían hasta finales de este año para reconvertir sus negocios.

Ante las protestas de activistas e incluso de comerciantes, el 28 de noviembre, al comparecer ante los diputados capitalinos, la alcaldesa garantizó que a partir del 1 de enero “ya no va a haber venta de animales” en este sitio.

Varios de los locatarios se ampararon y activaron recursos judiciales para no cambiar sus giros y que no les afecte la clausura de los negocios que los ha sostenido durante décadas.

Esto, a pesar de que la Ley de Protección y Bienestar de los Animales de la Ciudad de México prohíbe la venta de ejemplares vivos en tianguis, mercados y vía pública; además sanciona el maltrato y la crueldad y establece los requisitos para que comercios oferten.

Este diario buscó a la alcaldesa de Venustiano Carranza para conocer la estrategia que va a usar para cumplir con su promesa, pero hasta el cierre de esta edición no respondió. Lo mismo sucedió con la Agencia de Atención Animal, que encabeza Ana Villagrán Villasana.

RESTOS CEREMONIALES. La oferta en el Mercado de Sonora también es un negocio en el que muchos ejemplares mueren. Durante el recorrido, este diario observó más de 10 periquitos australianos sin vida dentro de las jaulas que compartían con otros 25 o 30.

En otra parte del sitio, uno de los comerciantes utilizó un huacal lleno de recortes de periódico, aserrín usado y restos de heno para ocultar los cuerpos de palomas y gallinas.

En el Mercado de Sonora no sólo se comercializan animales vivos, en algunos locales se ofrecen productos usados para las ceremonias de santería o brujería, que van desde plantas medicinales y cristales hasta cadáveres de animales exóticos.

Aquí, los vendedores exhiben pitones reticuladas secas en mil, cabezas de cocodrilo con y sin piel en 900 y fragmentos de coral cerebro en 700 pesos cada uno.

“¡Este zopilote en cuanto wey!”, gritó un vendedor a su compañero. “En dos 500 te lo dejo... sí está seco. ¡Ándale!”, aclaró luego de tener el costo. Los comerciantes siguen, a gritos, con la oferta de animales a toda persona que recorre los pasillo del Mercado de Sonora.

COMERCIO DE VIDAS
COMERCIO DE VIDAS ı Foto: Especial