Reúne 18 proyectos autogestivos

FERAL, la feria de arte que irrumpe el espacio público

Galería Tianguis Neza y Punto Magnolia se unen para crear esta primera edición en el Monumento a la Madre; Alfonso Zárate, uno de los fundadores, afirma que es una manera de idear “herramientas de sobrevivencia”

Deborah Castillo, en diciembre pasado en La Lagunilla.
Deborah Castillo, en diciembre pasado en La Lagunilla. Fotos: Galería Tianguis Neza, Punto Magnolia y Adriana Góchez

Durante la semana del arte en la Ciudad de México irrumpirá una nueva feria, FERAL, Arte Espacio Público, que reunirá 18 proyectos autogestivos en el Monumento a la Madre como una manera de crear “herramientas de sobrevivencia” y de encontrar en la “informalidad la formalidad”, en un mercado en el que dichos espacios no han encontrado cabida al no ser considerados una galería.

La iniciativa es encabezada por Galería Tianguis Neza, que se caracteriza por llevar a artistas a su espacio en La Lagunilla para realizar performances o crear una obra, al tiempo que tienen un trato directo con el público, que puede comprar sus obras; y Punto Magnolia, un espacio en la colonia Guerrero, que se ha encargado de impulsar a artistas autodidactas.

“Nos empezamos a dar cuenta de que las ferias, incluso las satelitales como Clavo, tienen su nicho. Entonces no sentíamos que encontrábamos tanto abrigo, porque no funcionamos como una galería formal, que tiene una cartera de clientes y coleccionistas, pues nuestro sistema funciona diferente, más por proyectos, a partir de colaboraciones con artistas. Decidimos este año hacer esta iniciativa en el espacio público como una manera de encontrar en esta informalidad la formalidad del arte”, dijo a La Razón el artista Alfonso Zárate, quien es cofundador de FERAL y de Punto Magnolia.

Mónica Mayer, en julio pasado en la Galería Tianguis Neza.
Mónica Mayer, en julio pasado en la Galería Tianguis Neza. Fotos|Galería Tianguis Neza, Punto Magnolia y Adriana Góchez

La feria, que tendrá lugar del 6 al 9 de febrero, incluye proyectos de diversas latitudes del país, desde Aguascalientes, Estado de México, Guanajuato, Morelos y hasta Oaxaca. Además de colonias de la Ciudad de México, como Centro, Guerrero, Tacubaya, Tepito y Tlatelolco.

“Son espacios que sufren las mismas condiciones que nosotros: trabajar con la incertidumbre y la precariedad de producción. Está La Quiñonera, este espacio alternativo de los años 80 que siempre ha estado en lucha; un proyecto muy interesante de puras chicas que se llama Canalla, de Ciudad Neza, que tiene como centro de operación un pequeño local de uñas, donde ellas generan exposiciones; también está Lúdica, un híbrido entre patinetas y arte contemporáneo. Todos son proyectos que funcionan de manera híbrida; al mismo tiempo son locales de uñas, departamentos, talleres”, explicó.

Compartió que cada participante tuvo la libertad de hacer su curaduría y de decidir cómo comercializará sus obras.

“Cada espacio que invitamos fue muy libre de hacer su propia curaduría, presentar sus piezas y elegir las que estarán a la venta. También son autónomos para decir si va a estar directamente a la venta al público o si su espacio requiere algún tipo de comisión”, comentó Alfonso Zárate, quien se ha enfocado en retratar los fenómenos culturales del barrio de Tepito y la Guerrero, desde el fervor a la Santa Muerte y a San Judas Tadeo, hasta las vivencias de aquellas personas marginadas por la sociedad, como las trabajadoras sexuales o la gente en situación de calle.

Obra del proyecto Punto Magnolia de la colonia Guerrero.
Obra del proyecto Punto Magnolia de la colonia Guerrero. Fotos|Galería Tianguis Neza, Punto Magnolia y Adriana Góchez

Con FERAL esperan crear redes de colaboración entre los proyectos participantes, pero también que las personas o coleccionistas conozcan estos espacios que, al encontrarse en las periferias, son poco visitados desde la CDMX.

“La idea de hacerlo en el espacio público es que sea accesible para todos, aquí pueden entrar desde coleccionistas que vienen de Texas, jóvenes que están iniciando sus estudios en arte hasta amas de casa y niños. Queremos que sea un punto de encuentro, porque parte de nuestra visión es formar redes de colaboración.

“Lo interesante es que son espacios que vienen como soterrados en el sentido geográfico, en Neza o Ecatepec, que de repente son inaccesibles para la gente. Es concentrar en un solo lugar proyectos periféricos de la Ciudad de México, que difícilmente podrás ver en una feria o en un museo”, dijo Zárate, para quien también fue importante que la feria ocurriera en el Monumento a la Madre, en la alcaldía Cuauhtémoc, al estar cerca de Material y ACME, pues puede ser la oportunidad para que la gente los visite.

FERAL, en esta primera edición, contará con cuatro secciones: la primera dedicada a los proyectos autogestivos que exhibirán sus obras; la segunda, enfocada en iniciativas independientes de artistas y colectivos en puestos semifijos; la tercera llamada propuestas urbanas, una sección cultural para editoriales independientes, fanzines, stickers e intercambio de viniles; y la cuarta, enfocada en la comida popular mexicana.