La última etapa de los estudios sobre las 117 momias de Guanajuato avanza. Al concluir estas tareas se podrán “sentar las bases para emitir recomendaciones enfocadas al óptimo manejo de los cuerpos momificados, así como desarrollar planes de conservación preventiva”, informó ayer en un comunicado el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Entre los últimos trabajos que se realizan se encuentran análisis antropofísicos y un diagnóstico de conservación para “tratamientos personalizados, en el ámbito de restauración-conservación”, se explicó.
- El Dato: Los últimos daños a las momias que registraron fueron durante la última modificación de la museografía del Museo de las Momias de Guanajuato, anuncia- da el 30 de abril de 2024.
El año pasado, Julieta Cabriada, restauradora del INAH, aseguró a La Razón que en la última década, 80 por ciento de los 117 restos presentaba afectaciones graves debido a los movimientos continuos que se realizaban.
“A partir de los últimos 10 años se han hecho movimientos muy continuos y eso es lo que preocupa; sin quererlo se puede provocar la rápida descomposición o deterioro de estos cuerpos momificados, lo que equivaldría a perderlos por completo”, alertó.
El proyecto, que incluye tanto a los cuerpos ubicados en el Museo de las Momias de Guanajuato como en el parador turístico Sangre de Cristo, en las dos etapas previas, consistió en la valoración del estado de los restos y en una indagación pormenorizada en múltiples archivos, como los del Gobierno del Estado, del Ayuntamiento, de la Universidad y de la Arquidiócesis.
“Se ha reunido información sobre patologías (hernias de diversos tipos y tumoraciones), traumatismos, pérdidas dentales y posibles causas de muerte que, en una etapa de gabinete posterior, conjuntará a especialistas en radiología, biología, medicina y otras disciplinas, con miras a efectuar diagnósticos individuales”, se informó en el comunicado de prensa.