Expone Vendeur de Rêves en LS/Galería

Arnaldo Coen comparte su arte libre y sorpresivo

En la muestra incluye esculturas, pinturas y obras de gran formato; “me considero más un artista indisciplinario, porque es el que no se suma a un movimiento”, dice a La Razón

Arnaldo Coen posa con algunas de las piezas de la muestra Vendeur de Rêves.
Arnaldo Coen posa con algunas de las piezas de la muestra Vendeur de Rêves. Foto|Armando Armenta|La Razón

Sentado en medio de una de las salas de LS / Galería, el artista plástico Arnaldo Coen comparte algunas anécdotas y reflexiones de su amplia trayectoria de más de 60 años. ¿Qué lo sigue inspirando y motivando después de tanto tiempo?, se le pregunta, a lo que él responde sonriendo: “Pues que siempre en mi vida me he dejado sorprender”.

Ese elemento sorpresa es el que se deja ver en la mayor parte de sus obras, desde las pinturas que esconden entre formas geométricas de colores la figura de Emiliano Zapata, hasta los bustos de mujer salpicados de líneas rectas y curvas que animan al espectador a observar detenidamente la escultura.

“Cuando trabajo no pienso que lo que empiezo lo tengo que terminar de tal manera, sino en el proceso uno va creando y eso es lo que me motiva, todos esos momentos de creatividad al estar haciendo las cosas y, cuando el trabajo es colectivo, siento esa conexión con los que me rodean y también me enriquecen”, dice Arnaldo Coen a La Razón mientras señala algunas de sus creaciones que se exponen hasta el 1 de abril en la galería ubicada en el Hotel Four Seasons.

  • El Tip: Arnaldo Coen obtuvo en 2014 el Premio Nacional de Ciencias y Artes y desde 2010 es miembro de la Academia de Artes del país.

“Al principio quería trabajar en algo que siempre pueda hacer, lo que se me dé la gana, pero que tenga una identidad. Entonces, se me antojó mucho tomar como punto de partida el cuerpo femenino. Decía yo, así me puedo aprovechar y todo el mundo, al ver esos cuerpos, van a decir: ‘Es una obra de Arnaldo Coen’”, explica el creador mexicano.

Con 84 años de vida, el artista nacido en la Ciudad de México, tiene anécdotas de sobra sobre sus viajes a Francia, Estados Unidos y Japón, así como de las múltiples personalidades de todos los ámbitos que ha conocido, desde Diego Rivera, Luis Buñuel, Gabriel Figueroa y hasta Silvia Pinal.

Sin embargo, una de las experiencias que recuerda con emoción y cariño es cuando fue extra en la cinta Simón del desierto, de Luis Buñuel.

La exposición Vendeur de Rêves del artista Arnaldo Coen se expone dentro de LS/Galería en el Hotel Four Seasons de Ciudad de México. Incluye varias esculturas y óleos.
La exposición Vendeur de Rêves del artista Arnaldo Coen se expone dentro de LS/Galería en el Hotel Four Seasons de Ciudad de México. Incluye varias esculturas y óleos. Fotos|Armando Armenta|La Razón

“En esa época conocí a Buñuel, porque era amigo de un músico amigo de mi papá, Raúl Lavista, quien componía música para películas. Cuando fui a la casa del músico me encontré con Luis Buñuel, con Ernesto de la Peña, con Salvador Elizondo, con toda una serie de personajes que eran geniales, eran los best-sellers de la época. Buñuel vino a hacer la producción de Simón del desierto y nos invitó a participar en la película como extras. Todos fuimos felices de ir con Buñuel. Es la escena de una fiesta con la que termina la película. Me fascinaba el cine de entonces, ahora me cuesta trabajo, no es tan divertido”, recordó.

La obra del artista se distingue por la integración de elementos espaciales, geométricos y musicales, que le sirven para cuestionar lo visible y las experiencias sensoriales del espectador.

Para Arnaldo Coen, este cúmulo de experiencias con todo tipo de esferas artísticas lo ha inspirado en su quehacer diario. Sin embargo, consideró que lo más importante en una obra no es ese bagaje sino la relevancia que tiene entre el público.

“La obra de un artista existe, pero si existen los espectadores es mejor que ellos sean los que la conozcan, porque son quienes la van a difundir. Uno puede hacer lo mejor que pueda, pero el espectador es quien la va a enriquecer”.

En ese sentido, más que un cúmulo de disciplinas, que lo acercaría a la multidisciplinariedad, Arnando Coen se percibe como un artista “indisciplinario”, pues en sus palabras: “En realidad, el arte es más creativo cuando vive en el ocio, en el ocio uno tiene imaginación, crea cosas. Me considero más un artista indisciplinario, porque el arte indisciplinario es el que no se suma a un movimiento, no quiere ser como los surrealistas o los expresionistas, sino que este tipo de artista es un hombre libre, da la oportunidad de salirnos de la raya, como un niño”, detalla.

  • 60 años de trayectoria tiene el artista plástico

“El arte es libertad, tanto el espectador como el hacedor tienen que ser creativos. Lo importante en el arte es la libertad, entonces, hago todo eso porque me siento libre”, confiesa.

Sobre algunos de sus últimos proyectos, Arnaldo Coen comparte que trabajó una obra de gran formato con motivo de los 250 años del Nacional Monte de Piedad llamada Mutua presencia de tiempos eternos, que recientemente se presentó en el Centro Histórico de la Ciudad de México con la asistencia del artista.

“Es un mural de grandes dimensiones. Tiene diez metros y pico y fue un reto pintarlo en mis posibilidades físicas, pero trabajé con un equipo que es tan interdisciplinario como indisciplinario”.

Finalmente, el artista responde a una última pregunta: ¿De toda su obra a cuál le tiene un cariño especial? Arnaldo Coen responde sonriente: “La que viene. Siempre la que sigue. El presente se va rapidísimo”.