Un lugar de La Mancha, con 31 años de historia, conjuga su vocación gastronómica y librera con las artes plásticas con una galería en la que expone obras desde creadores consolidados, como Francisco Toledo, Joy Laville y José Luis Cuevas, hasta emergentes, entre ellos Carlos Santos.
Desde hace un año se sumó a la oferta artística de galerías en el corazón de Polanco para impulsar también el coleccionismo con obras accesibles. Actualmente, se pueden admirar las piezas de un acervo privado que incluye a artistas de renombre, como Jan Hendrix, las creaciones a partir de bordados de Carlos Santos y la muestra Almarios, cuentos para el alma, de gráfica y collage, de Ana López-Montes.
- El Tip: La anterior exposición fue de la artista Nathalia Orozco, de quien se conserva una pieza en la que rindió homenaje a Bellas Artes
“Comenzamos con una colección de una pareja que se dedicó toda su vida al mundo del arte. Tenemos piezas de Joy Laville, Francisco Toledo, José Luis Cuevas y Jan Hendrix, entre otros. Desde hace un año está el proyecto de hacer de este espacio un lugar para el arte, una galería. Cada dos meses vamos a tener un nuevo artista. Estará pronto el diseñador Silvino López Tovar y algunos fotógrafos para el final de año”, explicó en entrevista con La Razón Patricia Restrepo, directora de arte de Un lugar de La Mancha.
La directora compartió que con este proyecto se invita a acercarse al arte de una manera distinta, mediante un espacio con una vida cultural y familiar.
“Es una galería, restaurante, librería y un lugar donde hay eventos culturales. Pasan muchas cosas: desayunos, comidas, reuniones familiares. La gente viene a leer, a presentaciones de libros, a estudiar. Hay lugares muy fríos, muy impersonales, aquí no pasa eso, es un espacio muy familiar, que creo que hoy en día nos hace mucha falta. Con esta galería hacemos un nuevo esfuerzo por reforzar el origen de Un lugar de La Mancha en donde el arte y los libros han sido primordiales”, detalló Patricia Restrepo.
Recientemente, en la sucursal de Esopo 11, en Polanco, Ciudad de México, se inauguró la exhibición Almarios, cuentos para el alma de la artista plástica Ana López-Montes, quien a través de 28 obras evoca aquellos objetos que se encuentran en las mesas y cocinas en las que se comparten historias y experiencias únicas en compañía de la familia o amistades.
“Era reflejar estos envases que están en la mesa y son como testigos o testimonios de todo lo que está pasando en un momento presente. Me los imagino recibiendo todas esas emociones, guardando nuestro espíritu. También imaginé todas estas vajillas que se heredan de generación en generación, que conservan todas esas historias familiares”, explicó a este diario Ana López-Montes, quien ha expuesto su obra en México, Estados Unidos, España, Alemania y Canadá.
Las piezas, que destacan por una paleta de colores amarillo, negro y verde, para la creadora, representan los reflejos del alma representados en las transparencias de los envases que están en las obras.
“Me gustan mucho las transparencias. En los vasos observaba cómo agarraban la luz de todo lo que estaba alrededor y que al poner varios envases juntos, cada uno reflejaba cosas diferentes. Creo que así somos nosotros, vamos reflejando diferentes cosas. Hay una infinidad de posibilidades, todo nos va nutriendo y vamos reflejando lo que somos”, dijo la artista Ana López-Montes.
Entre las piezas se encuentran De color reflejos, Al recuerdo sonrío, Revés de luz, Contraluz y Encuentros, que se acompañan de QR en los que el público puede conocer más detalles de las obras en la voz de la artista.