Alfredo Daza vuelve a Bellas Artes

Rigoletto, la deformidad vista como algo malo

El barítono, quien da vida al bufón jorobado en esta ópera de Verdi, afirma a La Razón que también siguen presentes temas como el abuso de poder, el autoritarismo y los feminicidios; “es uno de los grandes hits musicales”, dice

Alfredo Daza, barítono
Alfredo Daza, barítono Foto: cortesía|Spinto

Hace siete años, cuando el barítono mexicano Alfredo Daza protagonizó Macbeth en el Palacio de Bellas Artes, en la transmisión en vivo del montaje recibió todo tipo de comentarios ofensivos sobre su pierna, la cual quedó afectada luego de que en 2017 durante un asalto en Alemania los ladrones lo golpearon hasta rompérsela. Lo que expresaron sobre él en redes sociales aquella vez fue una muestra de cómo la deformidad se sigue viendo como algo malo y es justo lo que le ocurre al bufón jorobado que interpretará en la famosa ópera Rigoletto, de Giuseppe Verdi, en mayo próximo.

“En esta ópera sigue vigente la violencia contra la mujer y la violencia en general, porque también el abuso que sufre Rigoletto por ser deforme continúa existiendo. La deformidad ha sido vista históricamente como algo malo e impuro. Cuando estuve la última vez aquí presentando Macbeth, se transmitió en vivo por Internet y hubo comentarios acerca de mi pierna, comentarios bastante feos, como ‘qué es esa pierna, se ve horrible’, ‘está toda chueca’. A mí no me importa, pero ese tipo de abuso también está reflejado en esta ópera”, comentó en entrevista con La Razón Alfredo Daza, quien el año pasado debutó en Rigoletto con una producción en Berlín, Alemania, donde fue alabado por el público.

Consideró que en esta ópera de Verdi también siguen siendo actuales el autoritarismo, el abuso de poder, el abuso contra las mujeres, los feminicidios y los homicidios.

Ahora que con esta producción de la Compañía Nacional de Ópera volverá a dar vida a Rigoletto, Alfredo Daza reconoció el desafío que implica este rol, pues tiene una gran transformación de principio a fin.

“Representa un gran reto para el barítono. Verdi quería diferentes matices, no quería una voz ensordecedora todo el tiempo, quería un buffo al principio, un barítono lírico cada vez que el personaje habla con Gilda y un barítono lírico dramático para las últimas escenas”, dijo.

Alfredo Daza explicó que “el primer acto está escrito en estilo totalmente belcantista. Luego, de sonar como barítono buffo pasas a lo melodramático; luego siguen las escenas fuertes, un dueto larguísimo con Gilda que es belcantista. Verdi te pone a veces cuatro pianos, es muy emocional también”, compartió el barítono.

La ópera Rigoletto se basa en la controversial obra de teatro El rey se divierte, de Victor Hugo. Aborda la historia de un bufón jorobado que quiere proteger a su hija Gilda del Duque de Mantua. Sin embargo, al querer tomar venganza cuando éste logra seducirla, todo termina en una gran tragedia.

Cuando el compositor la estrenó fue censurada por la crítica que hacía sobre la monarquía. “Rigoletto es parte de esta transformación de la ópera mundial, es la rampa del bel canto hacia el romanticismo, Verdi lo tenía muy claro con este drama que le costó mucho trabajo. El drama original de Victor Hugo fue censurado en la primera noche que se presentó”, compartió Alfredo Daza.

El barítono destacó que dicha ópera es una buena puerta de entrada para quienes se acercan por primera vez a este arte, pues además de contar con un libreto, cuyos temas siguen teniendo actualidad, la música está llena de hits que puede reconocer el público.

“Llegó a ser uno de los grandes hits de la ópera de todos los tiempos por la música y lo sigue siendo, es extremadamente divertida, dramática y triste. Tiene de todo, líneas vocales hermosas, líneas musicales que fácilmente el público puede entender. Aparte del mensaje del libreto, te pone la piel chinita”, dijo el reconocido barítono.

En esta producción que se presentará del 8 al 18 de mayo en la Sala Principal de Bellas Artes, la dirección concertadora estará a cargo del francés Benjamin Pionnier y la dirección escénica será de Enrique Singer. Este último ambientará la ópera en la Ciudad de México de los años 60.

Los barítonos Alfredo Daza y Jorge Lagunes alternarán funciones en el rol Rigoletto; los tenores Arturo Chacón-Cruz y Leonardo Sánchez, en el papel del Duque de Mantua y las sopranos Leticia de Altamirano y Génesis Moreno se pondrán en la piel de Gilda.

Después de estas presentaciones, Alfredo Daza viajará a Chile para debutar en el Teatro Municipal de Santiago en el rol de Giorgio Germont en La Traviata, de Verdi; en octubre volverá a México para cantar el ciclo de canciones de Don Quijote de Dulcinea, de Maurice Ravel, con la Orquesta Filarmónica de la UNAM y luego hará su debut con la Filarmónica de Sicilia en La Creación, de Joseph Haydn.

A principios de 2026, participará en una pieza con mucho sabor a México en la Chicago Lyric Opera, donde dará vida a Diego Rivera en El último sueño de Frida y Diego, de Gabriela Lena Frank.