El cuerpo como instrumento de disfrute, pero también de protesta, se hace presente en la Muestra de Prácticas Coreográficas De(s)generadas LGBTIQ+, que reúne diversas expresiones dancísticas desde la homosexualidad, queer, bisexual, transexual y hasta lo lésbico. Desde el montaje @Niñoquebaila75 / Cronología Subjetiva, de Antonio Salinas, que une danza contemporánea, teatro y tecnología, o hasta el performance sobre la memoria colectiva e identidad muxhe No soy persona, soy mariposa, del oaxaqueño Lukas Avendaño, por mencionar algunas de las propuestas que se podrán ver hasta el próximo 28 de junio.
“En estos territorios complejos, donde hay todavía un índice de machismo, de homofobia y de transfobia muy grandes, desde lo coreográfico es una forma de protestar, pero también de disfrutar y entender que la dimensión de la fiesta también es una perspectiva de protesta crítica. Esto es algo que nos trae la muestra”, explicó en entrevista con el diario La Razón Alonso Alarcón, titular de la Coordinación Nacional de Danza.
La muestra comenzó el pasado 6 de junio y continúa este fin de semana con Sissa… irrepetible, de Sissa Romero e Ismael Romero, quienes celebran la diversidad y la inclusión de las infancias trans; @Niñoquebaila75 / Cronología Subjetiva, un solo que interpreta Mauricio Rico, quien sigue la historia de un hombre gay desde la infancia hasta la vejez; Villanas: diamantina, una obra de teatro experimental que explora la relación entre la celebración y la disección de la identidad, la jotería y la disidencia; y Pura Señora Católica, de la Compañía de Danza México de Colores, que en este montaje critica a aquellas personas que tratan de aparentar decencia, opulencia y felicidad.

Falta de talleres y espacios para exponer, los desafíos de grabadoras
- 180 artistas de 12 estados forman parte de la muestra
“Vamos a tener este tipo de propuestas que atraviesan los géneros artísticos, también algunos otros estilos que son únicos. Hay espectáculos homosexuales, gays, queer, bi, pero haciendo énfasis en lo trans y en lo lésbico, que históricamente en las artes y en la danza son personas que tienen menos espacios cuando hablamos de diversidades. Las cuestiones coreográficas lésbicas y trans todavía son más periféricas dentro de la propia comunidad LGBT”, comentó Alonso Alarcón sobre la muestra que se realiza por primera vez.
De los montajes que abordan las relaciones lésbicas, por ejemplo, destaca morAmora, de La Marea Project.
Mientras que entre las propuestas que desafían los lenguajes convencionales está Males on Pointe, compañía en la que bailarines se suben a las puntas de ballet. En esta ocasión, la agrupación participa con un programa doble llamado AlebriSueños: un viaje onírico y Minkus Gala: una celebración a la danza clásica, que tiene una gran dosis de humor.

La muestra no sólo se reduce a hacer un recorrido por las diversas posibilidades dancísticas, se complementa con diversas actividades, como la clase “Voguing, cuerpos en resistencia”, con Annia Ninja, el 26 de junio de 10:00 a 13:00 horas en el Laboratorio Escénico del Jardín Escénico.
Asimismo, el taller “Tango Cuir”, impartido por Alex Pacheco, el 27 de este mes de 10:00 a 13:00 horas en el mismo recinto y el conversatorio La representación lésbica en la danza, en esa fecha y sede, pero de 14:00 a 16:00 horas. Todas son de entrada gratuita con cupo limitado.
“Es una oportunidad de descubrir otros relatos posibles de la danza. Saber que todo este universo de las prácticas coreográficas va a aportar otras formas de reflexionar el cuerpo, de disfrutar también el cuerpo, de cuestionarlo”, concluyó el coordinador Alonso Alarcón.


