Funciones, hasta el 23 de diciembre

Empieza magia de El Cascanueces

Montaje del clásico navideño estará hasta el 23 de diciembre en el Auditorio; bailarines, con intensas jornadas de ensayos para lograr la perfección

Los bailarines, al ensayar la Danza del Hada del Azúcar.
Los bailarines, al ensayar la Danza del Hada del Azúcar. Foto: Carlos Mora

El majestuoso árbol de Navidad de 10 metros de altura, el impresionante huevo de Fabergé de siete metros, el monumental sillón, los ratoncitos, Clarita, el Cascanueces y el esplendor de la Rusia zarista volvieron ayer al Auditorio Nacional para llevar la magia de estas fiestas decembrinas a los miles de espectadores que se dieron cita.

Para lograr la magia de El cascanueces, ballet clásico de esta temporada, hubo días de arduo trabajo de 240 artistas en escena, incluidos los bailarines de la Compañía Nacional de Danza (CND) y los estudiantes de la Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea y la Academia de la Danza Mexicana, quienes tienen como principal objetivo hacer interpretaciones impecables y complejas, que ante el público parezcan fáciles de realizar, contagiando de alegría cada función.

Los bailarines, al ensayar la Danza del Hada del Azúcar.
Los bailarines, al ensayar la Danza del Hada del Azúcar. ı Foto: Carlos Mora
  • El Dato: Mantiene la estructura que se desarrolló en 2017, con escenografía de Sergio Villegas vestuario de María y Tolita Figueroa.

Antes de que el público viera los precisos cambios de escenografías o los impecables números que se presentaron, en el imponente escenario del Coloso de Reforma, afinaron hasta el más mínimo detalle. Mientras Braulio Fernández y Corinne Jarvis ensayaban la virtuosa Danza del Hada de Azúcar, eran corregidos. A ella le decían: “Haz menos chaînés (giros rápidos y continuos) para que haya más parsimonia”, “sube la pierna a 90 grados por lo menos” o “capitaliza respirar. No te sientas presionada, te van a aplaudir mucho”. En tanto, a él le aconsejaban: “En tu coda (el pasaje final de un pas de deux) quita tres vueltas, recuerda que la música manda y el acento está arriba” o “cuando la cargas te vas a poner a la diagonal”.

Mientras bailaban este número, uno de los más ovacionados por los asistentes, Corinne Jarvis se movía con delicadeza, a pesar del reto técnico que implica este pas de deux.

Yoalli Sousa y Yubal Morales, como los príncipes de Azúcar
Yoalli Sousa y Yubal Morales, como los príncipes de Azúcar ı Foto: Carlos Mora
  • 22 años se ha presentado El cascanueces en el Auditorio Nacional

En ese ensayo también practicaron esta danza Yoalli Sousa y Yubal Morales. Ella estuvo impecable y a él le hicieron correcciones: “Tu espalda está atrás y no te deja mover”. El director artístico de la CND, Erick Rodríguez, observó y se acercó para darle otras recomendaciones para que sus giros y saltos fueran más ágiles.

Cada temporada implica un nuevo reto, pero en esta ocasión dos bailarines tienen un desafío mayor: Emanuel Talongo y Ana Paula Montero debutan como el Príncipe y la Princesa de las Nieves, respectivamente.

“Llegué a México este año, había visto la versión de aquí y dije: ‘Me encantaría hacer ese pas de deux, porque es un reto, es un rol muy importante’. Tienes que acompañar mucho a la chica y hacerla ver bien para que destaque; creo que lo más difícil de todo son todas las cargadas que uno tiene que hacer, subirla de una forma delicada sin que se note el esfuerzo”, dijo a La Razón Emanuel Talongo, originario de Argentina y quien, recientemente, se integró a la CND.

El intérprete, al realizar las correciones algunas correciones.
El intérprete, al realizar las correciones algunas correciones. ı Foto: Carlos Mora

Cuando se enteró de que debutaría en este soñado rol del Príncipe de las Nieves, se sintió muy feliz, pero también reconoció que “después empiezas a pensar lo que conlleva, me empecé a estresar, porque no es fácil. Estás contento, pero te da un poco de miedo al mismo tiempo”, compartió.

En el caso de Ana Paula Montero, es emocionante entrar al mundo de fantasía de la Princesa de las Nieves, pero también es una oportunidad para transmitirles amor y seguridad a las infancias que sueñan con ser profesionales en este arte y para quienes El Cascanueces se ha convertido en su primer contacto con este mundo.

“Es de las temporadas que más me gustan, porque puedo recordar cómo era yo de chiquita. Me encanta transmitirles amor a los estudiantes, que se sientan a gusto, porque hay muchos a los que les da miedo, son penosos. Los queremos inspirar y ver que lleguen lejos, que logren ser bailarines profesionales”, dijo a este diario la bailarina, quien a los 10 años interpretó a un ratoncito y, luego, siguió como soldadito mientras estudiaba en la Escuela Nacional de Danza Clásica.

Para Emanuel Talongo, su acercamiento también fue temprano, a los 15 años cuando salió de Argentina para estudiar en Houston.

“Fue muy mágico, porque nunca había visto a una compañía hacerlo. Fue muy imponente, porque es una historia superlinda, pero también tuve la oportunidad de participar como ratón. Ahí empezó todo; me comencé a enamorar mucho de la música (de Piotr Ilich Tchaikovsky), que es muy hermosa. Fue impresionante ver a todos los bailarines, ver al público que estaba ahí disfrutando. Dije: ‘Quiero hacer esto para toda la vida’”, contó.

Ahora que por primera vez estará en el Coloso de Reforma, además de disfrutar, espera “que los niños puedan ver que hay hombres bailando ballet, que no hay prejuicios, que es un arte muy lindo, que no tengan miedo”.

El cascanueces estará hasta el 23 de diciembre con la Orquesta del Teatro de Bellas Artes. Hoy, a las 19:30; el sábado, lunes 22 y martes 23 a las 12:00 y 18:00 horas, y el domingo 21 a las 12:00 y 17:00.

El cascanueces

Cuándo: hasta el 23 de diciembre

Dónde: Auditorio Nacional de la CDMX

Horarios: viernes 19, 19:30 horas; sábado 20, lunes 22 y martes 23 a las 12:00 y 18:00 horas; domingo 21 a las 12:00 y 17:00 horas