Jacqueline de Romilly: los tesoros olvidados

Jacqueline de Romilly
Jacqueline de RomillyFoto: Especial
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“Hará pronto un año que perdí casi por completo la vista”, decía la escritora Jaqueline de Romilly ( Chartres, 1913 – París, 2010) en su libro El tesoro de los saberes olvidados (Editorial Península), cuyo último capítulo titula con agudeza “aprendiendo a ver”. Y no se trata de que Romilly , la gran helinista, profesora en el Collage de France y miembro de la Academia Francesa, al cabo de tantos años y diversos libros, se deleite en las paradojas. Es que la visión del mundo de que escribe va más allá del mero captar los datos de los seres que nos rodean, y no se pierde con la luz solar de cada día. La tesis del libro , en efecto, es que la educación literaria, en su más amplio sentido, nos hace ver el mundo, extenderlo, sentirlo e interpretarlo, porque vemos no tanto con los ojos como con el saber atesorado en nuestras memorias, vemos con toda nuestra experiencia, que es, en buena parte, poética y literaria. Captamos pues la realidad con los datos y moldes que guarda nuestra memoria, no siempre explícitos y conscientes, sino muchas veces olvidados y sumergidos en un olvido que es también fuente de reconocimiento placentero. Aquí hay pues, una excelente defensa de la educación – y no sólo la “educación sentimental”-, clara y contundente, muy en la línea de otros escritos de la autora, pero no referida a la impronta cultural del mundo helénico – como en su vibrante alegato : ¿por qué Grecia?-, sino de los estudios humanísticos en su conjunto. Esa tesis se expone de modo ágil y un tanto coloquial con citas y anécdotas personales, con envidiable frescura intelectual; después de toda una vida dedicada a la enseñanza universitaria y al helinismo. De ahí la calidez de su estilo, la fuerza evocadora de sus páginas, y la firme convicción con que están expuestas sus ideas y recuerdos.

Jacqueline de Romilly
Jacqueline de Romilly

En estos últimos cincuenta años Jaqueline de Romilly ha publicado muchos, influyentes y espléndidos estudios sobre la Grecia clásica y su literatura. Sobre Tucidides y el saber histórico, sobre la tragedia griega, sobre Esquilo y Eurípides, sobre Homero, sobre los sofistas, sobre la democracia, la libertad griega; además, ha escrito textos de gran prestigio y difusión. Uno de sus últimos traducidos al español Los grandes sofismas en la época de Pericles, estudio fundamental para entender una época gloriosa de Grecia. El tesoro de los saberes olvidados es uno de sus escritos más personales y está redactado con un cierto fervor evangélico, como unas últimas palabras que exponen una fe decidida en los valores de la educación humanista que no se ha visto mellada por la adversidad de los tiempos y las modas. Sus tesis son sencillas, y no es superfluo quizá recoger unas citas: “ La literatura nunca pasa por nosotros sin dejar a sus espaldas una pequeña marca que puede ser leve y apenas perceptible, pero que es capaz de durar”.

Jacqueline de Romilly
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Montaigne escribió: “Es la memoria un instrumento maravillosamente útil y sin el cual el juicio apenas puede desempañar su oficio” aplicada a los recuerdos que se conservan, esta apreciación de Montaigne tiene fuerza; la tiene más aún cuando se comprende que los recuerdos olvidados nos ayudan casi tanto como los otros. En cada página de los libros, en cada verso de los poemas se presentan, así, anotaciones fugaces o insistentes, que nos enseñan a ver, y que gracias al juicio crítico y estético de Jacqueline de Romilly nos ayuda a descubrir a través de sus múltiples libros.