Joan Fontcuberta expone sus “espectros” en Mictlán

Para el artista y teórico Joan Fontcuberta, las fotografías son entidades vivas: “nacen, crecen, se desarrollan, llegan a la madurez, a la senectud y finalmente a la agonía”, y cuando una está tan dañada, que su vínculo con la realidad se desvanece, se convierte en un “espectro” con un nuevo nivel de significado; por ello, dedica su exposición y fotolibro Mictlán a estos fantasmas amnésicos que están por “transitar” al inframundo.

“Cuando una foto se estropea tendemos a desecharla; mi propuesta es que ese daño, esa enfermedad, no es algo que la destruye, sino que añade una segunda capa de información que nos permite entenderla como algo vivo; y si su deterioro hace que aquello que registraba se desvanezca, se convierte en un fantasma.

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“Las imágenes de Mictlán dan cuenta de lo que representa este tipo de paisaje vivencial, a través de cada uno de los niveles del inframundo mexica”, explicó Fontcuberta en conferencia de prensa.

Para el proyecto, el autor de La cámara de pandora recopiló en 2019 cerca de un millar de fotografías deterioradas provenientes de seis archivos ubicados en Pachuca, Mérida y la Ciudad de México, entre ellos la Fototeca Pedro Guerra y el Museo Archivo de la Fotografía; de ellas, tras una revisión exhaustiva, seleccionó 80 para conformar el fotolibro —que primero será lanzado como una edición limitada de 100 ejemplares—, y de éstas mismas 20, para ser expuestas en la galería.

“Las imágenes que reuní daban cuenta de una crónica histórica mexicana: son fotografías referentes a la Revolución, retratos de dirigentes políticos como Pancho Villa, ejecuciones, momentos de violencia, de accidentes… todo ese dolor es representado por imágenes que están sufriendo también. Asimismo, hay imágenes de la vida privada, como bodas y fiestas; también paisajes, personalidades y tradiciones”, detalló el español.

En las instantáneas, remarcó, había una textura oscura, “una dimensión sombría”, cuestión que le permitió hacer la unión con la cosmovisión del Mictlán, el cual los mexicas consideraban como una región oscura y tenebrosa, dominada por Mictlantecuhtli y Mictecacíhuatl, el señor y la señora de los muertos.

“Esta dimensión sombría la quise vincular con los nueve niveles de este  inframundo que los difuntos deben atravesar, superando una serie de pruebas, hasta alcanzar el reposo eterno. El libro, hecho a mano, será un reflejo de esa noción de etapas y secuencias, de esas etapas en donde las dificultades van sucediendo, y lo configuramos en una sucesión de páginas con un tipo de papel diferente para marcar la distinción y metaforizar al Mictlán”, apuntó.

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Fontcuberta calificó el deterioro de las imágenes como poético y paradójico:

“En el fondo, es encararnos a una situación curiosa, pues la fotografía nació como un dispositivo para dejar constancia y recuerdo, pero cuando éstas ya no cumplen esa función se vuelven amnésicas y ésa es la situación que a mí me interesa.

“Con la fotografía, los humanos quisimos asaltar la eternidad, deseamos hacernos inmortales a través de la perseverancia de nuestra imagen y que, aunque nuestro cuerpo desapareciera, quedará un registro de éste; pero hoy nos damos cuenta de que ésta tiene su propia vida, y que aquellas imágenes que están dañadas nos hablan de su biografía y, en este caso, retratan un trauma a través de su propio trauma”, finalizó.

El dato: En 2013 ganó el Premio Internacional de la Fundación Hasselblad. En España ha recibido el Premio Nacional de Fotografía (1998) y el Premio Nacional de Ensayo (2011), entre otros.

Joan Fontcuberta

Artista e investigador

Nacimiento: 24 de febrero de 1955,

en Barcelona, España

Ha curado exposiciones en: el MoMA, de Nueva York; el Musée Cantini, de Marsella; el Art Institute, de Chicago; el IVAM, de Valencia y el Palazzo delle Esposizioni, de Roma, entre otros.

Mictlán

Dónde: Hydra (Tampico 33, Roma)

Cuándo: 6 de marzo, 19:30 horas

Cuánto: Entrada libre