Oscar 2023: Bardo y Pinocho, las cintas de mexicanos que van por el triunfo

Para la edición 95 de los premios Oscar, dos largometrajes mexicanos estarán presentes: Pinocho, nominado a Mejor Película de Animación, del aclamado director tapatío Guillermo del Toro; y Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades, del multipremiado cineasta chilango Alejandro González Iñárritu, el cual compite en Mejor Fotografía. Los críticos de cine Alejandra Lomelí y Javier Quintanar Polanco conversan con La Razón de los aciertos que llevarían a estas cintas a llevarse una estatuilla .

La introducción de un clásico al oscuro universo de Del Toro

La cinta Pinocho, de Guillermo Del Toro, tiene entre sus grandes aciertos, que, a partir del clásico cuento italiano de Carlo Collodi, el cineasta introduce a su oscuro universo fílmico, resaltó en entrevista con La Razón Javier Quintanar Polanco, crítico de cine.

“Ése es uno de los grandes aciertos: en lugar de adaptar la historia, él la trajo a su universo; a este universo oscuro, muy particular, y a partir de ahí comenzó a trabajar la narrativa”, destacó Quintanar Polanco.

En el filme, el cineasta tapatío aborda temas como la pérdida, el duelo, la guerra, la vida y la muerte. A través de una animación en stop motion, se aventura a crear una fábula sombría, mística y reflexiva, dotando de personalidad —tanto estética como narrativa— a la historia del títere.

“Es importante señalar que ‘Pinocho’ es un proyecto que tuvo un largo camino y sufrió mucho para poder llegar a ver la luz”, dijo el experto, quien apuntó que se trata de una de las mejores historias del realizador en mucho tiempo, la cual conecta muy bien con el universo que Del Toro ha creado.

Pinocho ha recibido 10 premios de distintos gremios, grupos y asociaciones, entre los que destacan el Golden Globe, el Critics Choice Award, el BAFTA y el Annie Award, siendo éste último la distinción especializada de la industria de la animación. El próximo 12 de marzo estará compitiendo por un Oscar junto a cintas como Gato con Botas, el último deseo y Monstruo del mar.

“Es una película que merece todos los éxitos que ha tenido”, señaló Quintanar Polanco, quien describió a la cinta como “un canto a la rebeldía, a no aceptar las órdenes simplemente porque sí”. Asimismo, el crítico reconoció la labor de los siete animadores mexicanos que participaron en el rodaje de Pinocho: “Es una película que funciona muy bien. El stop motion es impresionante, todo el trabajo del equipo —incluido el crew nacional que tuvo que ver con el desarrollo de la animación— es muy notorio”.

Premios Pinocho

En introspectivo viaje onírico de Alejandro G. Iñárritu

En Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades, Alejandro González Iñárritu propone un filme onírico e introspectivo, en donde ensaya ideas personales a través de Silverio Gacho, un galardonado periodista mexicano que desde hace algunos años vive en Estados Unidos. “Hay muchas películas que son visiones muy personales de los directores; historias donde recuerdan su infancia, su vida o ciertas situaciones que los marcaron. Eso es Bardo para Iñárritu”, explicó a La Razón la crítica de cine Alejandra Lomelí.

De acuerdo con la experta fílmica, a través del personaje de Daniel Giménez Cacho, el realizador dialoga y desmenuza un discurso acerca de “cómo piensa que es percibido y cómo es ingresar a un país donde cree que no lo valoran artísticamente”.

Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades es protagonizada por Giménez Cacho y representa el regreso de Iñárritu a tierra azteca, pues desde Amores perros el cineasta no rodaba una película en su ciudad natal.

El guion fue escrito por Nicolás Giacobone en colaboración con el propio director, y la fotografía estuvo a cargo del legendario Darius Khondji. La cinta competirá por el galardón en esta disciplina junto a Elvis, fotografiada por Mandy Walker, y Sin novedad en el frente, cuyo trabajo visual fue de James Friend.

Asimismo, Alejandra Lomelí destacó la magistral interpretación de Giménez Cacho, quien —según la experta— “desdobla la personalidad de Silverio en todas las esferas, tanto las reales como las surrealistas. Es una interpretación muy compleja que demanda muchos recursos físicos”, explicó.

Sin embargo, respecto a las posibilidades de ganar, Lomelí comentó que el filme está en desventaja: “Tuvo una recepción crítica muy mixta, lo cual le vino a restar un poco el impulso. Además, no sentí que Iñárritu estuviera tan interesado en hacer campaña previo al Oscar”.

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