La fase regular del torneo Clausura 2025 llegó a su fin y, con ella, se definieron los tres equipos que ocuparon el fondo de la tabla de cocientes, ese sistema que reemplazó al descenso desde su eliminación en 2020.
Esta temporada, Mazatlán FC, Puebla y Atlas fueron los grandes señalados por su bajo rendimiento en el último año futbolístico. Como castigo, deberán pagar una multa millonaria impuesta por la Liga MX.
En lugar del drama del descenso, la Liga MX optó desde hace cinco años por un modelo económico que penaliza a los peores equipos mediante sanciones financieras.

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Aunque este sistema evita el riesgo deportivo de perder la categoría, representa un golpe igual de doloroso: el económico, que afecta la estabilidad institucional y la planificación deportiva de los clubes sancionados.
El caso de Mazatlán ya es una constante preocupante. El club sinaloense cerró el Clausura 2025 como el peor equipo en la tabla de cocientes con un promedio de 0.9118, luego de sumar apenas 93 puntos en 102 partidos. Por ocupar el último lugar, tendrá que pagar 80 millones de pesos, la multa más alta que impone la Liga.
Pero la historia no es nueva. Mazatlán también fue multado en las dos temporadas anteriores: en el Clausura 2023 y el Clausura 2024 terminó en el sitio 16 del cociente y tuvo que desembolsar 33 millones de pesos cada año. Con los 80 millones actuales, el total acumulado por el club en multas en sólo tres torneos asciende a 146 millones de pesos.
Este panorama deja claro que la situación deportiva del equipo no ejora, y además compromete seriamente su salud financiera. Dinero que podría utilizarse para reforzar la plantilla, renovar contratos o invertir en fuerzas básicas, termina destinado a cubrir sanciones impuestas por el pobre desempeño en el terreno de juego.
Puebla no se salva de la crítica, pues finalizó en la penúltima posición de la tabla de cocientes con un promedio de 0.9314, tras sumar 95 puntos en 102 partidos.
Su castigo económico será de 47 millones de pesos, que deberán cubrir antes del inicio del siguiente torneo.
El caso de los camoteros también genera inquietud. Aunque han tenido momentos de buen futbol en años recientes, su rendimiento se ha vuelto inconsistente. Esta sanción es un reflejo de una directiva que no ha podido consolidar un proyecto competitivo a largo plazo.
Por su parte, Atlas se convirtió en la gran sorpresa negativa. El icampeón del futbol mexicano en 2021 y 2022 terminó esta vez como el tercer peor equipo del cociente con un promedio de 1.0294, luego de sumar 105 puntos en 102 partidos. El monto que deberán pagar los Zorros será de 33 millones de pesos, y aunque la cifra es la menor entre los tres, representa un fuerte llamado de atención para un club que hace no mucho parecía vivir su mejor época.
Aunque el descenso fue eliminado en la Liga MX con el argumento de estabilizar financieramente a los clubes y fomentar la inversión, el sistema de multas no ha evitado que varios equipos sigan acumulando temporadas desastrosas.
Mazatlán es el mejor ejemplo de cómo, pese a las sanciones económicas, el bajo rendimiento puede convertirse en una constante.
- 8 partidos perdió el Mazatlán en la temporada regalar
Más allá del castigo monetario, estas sanciones afectan directamente la estructura de los clubes. En muchos casos, la necesidad de pagar las multas lleva a los equipos a ajustar su presupuesto, limitar contrataciones, cancelar refuerzos o incluso vender jugadores clave para cubrir el monto exigido. La consecuencia es un círculo vicioso: menos inversión significa peores resultados, y peores resultados implican nuevas multas.
Además, este tipo de sanciones reducen la competitividad de ciertos clubes en comparación con aquellos que sí han podido mantenerse alejados de la zona de peligro.
Se genera una brecha que, con el paso del tiempo, puede volverse insalvable. A pesar de que no hay descenso, estas posiciones siguen teniendo implicaciones importantes para la estructura de la Liga MX. Y aunque el dinero recaudado por la Liga se supone que será destinado al desarrollo de jugadores jóvenes, muchos aficionados cuestionan la transparencia y el verdadero impacto de estas sanciones.
Los tres equipos multados deberán realizar sus respectivos pagos antes del arranque del Apertura 2025. El reto será mayúsculo: reestructurar plantillas, renovar ideas y mejorar sus resultados si no quieren repetir en el fondo del cociente.
Mazatlán, Puebla y Atlas están en la mira. Si bien se salvaron del descenso por una regla, no podrán evitar las consecuencias de su bajo nivel futbolístico. El castigo está claro, y el margen de error se reduce torneo a torneo.

