Aunque el resultado final no refleje la magnitud de su actuación, Daniel Suárez fue el alma de la histórica Viva México 250, primera carrera puntuable de la NASCAR Cup Series fuera de Estados Unidos, celebrada en el Autódromo Hermanos Rodríguez.
Al volante del auto #99 del Trackhouse Racing, el piloto regiomontano se convirtió en el centro de atención de los miles de aficionados mexicanos que se dieron cita, al protagonizar una actuación valiente y combativa que incluyó vueltas en la punta y duelos cerrados bajo la lluvia.
“Estoy muy orgulloso de ser México. Estoy muy contento. Quedo muy tranquilo y me voy sabiendo que hay mucha gente que me quiere y que me demuestra su amor y que tengo en mi esquina a una cantidad impresionante de personas que me apoyan siempre.”, dijo el egiomontano en conferencia de prensa posterior a la carrera.

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Suárez, quien ya había brillado el sábado durante The Chilango 150 de la Xfinity Series, salió motivado para hacer historia frente a su gente.
Desde las primeras vueltas mostró ritmo para pelear en el grupo de líderes y no tardó en escalar posiciones, incluso liderando el pelot ón. Su conocimiento del trazado lo colocaron como uno de los principales contendientes.
“No me quedo contento, pero sí satisfecho. Me hubiera gustado ganar más carreras este fin de semana, pero lo que hicimos el sábado fue fantástico y ver celebrar a mi gente fue algo que me llenó de orgullo. Lo de hoy (ayer) fue complicado, pero nunca nos cansamos de pelear por estar en los primeros lugares”, añadió.
Sin embargo, la fortuna no estuvo de su lado. A medida que la pista se secaba y la estrategia de pits se volvía cada vez más decisiva, Suárez fue perdiendo terreno frente a los especialistas de los óvalos. A pesar de su valentía y capacidad de adaptación a las inclemencias del tiempo (pues la lluvia cayó desde la vuelta 1 y forzó a todos los autos a entrar a pits por neumáticos de lluvia), el mexicano cruzó la meta en el puesto 19, un resultado que no refleja el impacto emocional y deportivo que dejó su actuación.

Quien sí logró capitalizar la jornada fue el neozelandés Shane van Gisbergen, también integrante del Trackhouse Racing, quien completó una carrera casi perfecta para llevarse el histórico triunfo. El tres veces campeón del Supercars australiano arrancó desde la pole position y lideró la mayor parte de la competencia, enfrentando no sólo la presión de pilotos como Christopher Bell y Alex Bowman, sino también una lluvia persistente que puso a prueba la pericia de todos los pilotos en un circuito técnico y resbaladizo.
Gisbergen, al mando del auto #88, demostró su talento sobre trazados permanentes, tal como lo hiciera el año pasado en su debut triunfal en las calles de Chicago.
Este triunfo, el segundo de su corta pero impactante trayectoria en la Cup Series, le otorga automáticamente un lugar en los Playoffs, consolidándolo como uno de los grandes fenómenos internacionales del serial estadounidense.
La diferencia al cruzar la bandera a cuadros fue contundente: 16.567 segundos de ventaja sobre Bell, quien fue constante pero incapaz de presionar al líder. El podio lo completó Chase Elliott, mientras que Alex Bowman y Michael McDowellcerraron el Top 5. Más atrás se ubicaron John Hunter Nemechek, Chase Briscoe, Cole Custer, William Byron y Chris Buescher, completando el grupo de los 10 mejores en el debut de la NASCAR Cup Series en territorio mexicano.

No faltaron los momentos de tensión en esta competencia histórica. Apenas en los primeros giros, Kyle Busch perdió el control de su auto #8 al final de la recta principal, desatando una colisión múltiple que provocó el abandono prematuro de Kyle Larson en el #5. El incidente también afectó el rendimiento de Justin Haley, Zane Smith y el propio Briscoe, quienes no lograron recuperarse del todo tras ese caótico inicio.
La Viva México 250 también sirvió como vitrina para el potencial del nuevo auto Next Gen, que volvió a ofrecer una carrera repleta de rebases, estrategias variadas, manejo al límite y espectáculo puro, incluso en condiciones meteorológicas adversas.
El evento fue un éxito rotundo en términos de asistencia, organización y repercusión mediática, lo que abre la puerta a futuras visitas de la NASCAR Cup Series a escenarios internacionales.
La acción no se detiene. Tras este histórico capítulo en México, el serial viajará al norte de Estados Unidos para disputar la The Great American Getaway 400 Presented by VISITPA.COM, que se llevará a cabo en el siempre desafiante Pocono Raceway, marcando la ronda 17 del calendario y con varios pilotos ya pensando en la lucha por el campeonato.

O’WARD SE SUBE AL SEGUNO LUGAR EN INDY
Pato O´Ward sigue haciendo historia dentro de la IndyCar y esta vez consiguió subirse al podio en la carrera Bommarito Automotive Group 500 que se lleva a cabo en San Luis.
Después de un evento bastante atropellado que tuvo un tremendo choque a la mitad de la competencia el mexicano fue segundo.
El volante mexicano largó desde la tercera posición de la parrilla de salida y durante las 260 vueltas que se corrieron en el World Wide Technology Raceway se mantuvo en los primeros lugares, a pesar de, las múltiples banderas amarillas que aparecieron en el circuito.
El ganador de la octava fecha fue el volante estadounidense Kyle Kirkwood, quien pertenece al equipo de Andretti Global. El nacido en Jupiter, Florida, logró 24 rebases durante toda la competencia.
Durante lo que va de la temporada de la IndyCar, Pato O’Ward no ha podido terminar en el primer lugar, todas las carreras se han repartido entre Kyle Kirkwood y Alex Palou, quien se llevó la victoria en la fecha más importante de la campaña, las 500 millas de Indianapolis. Aunque, se encuentra en el segundo puesto del Campeonato de Pilotos con 211 puntos, pero busca apuntalar.

