Uno de los principales atractivos de acercarse al concepto de Predator, creado para el cine en 1987 por escrita por Jim Thomas y John Thomas, es el cúmulo de posibilidades en batalla que ofrece la idea de la existencia de una raza letal y despiadada. Sus miembros llevan cientos de años viajando en solitario por la galaxia para enfrentarse al respectivo campeón de las más recónditas regiones de cada planeta, todo con el objetivo de ponerse a prueba y llenar su particular sala de trofeos.
Una premisa que vaya que supo aprovechar el director estadounidense Dan Trachtenberg, quien en la película titulada La Presa (2022) decidió llevarlo todo 300 años atrás de nuestra era en la Tierra, para poner a dicha criatura cara a cara con una tribu comanche, y recuperar a través de una de sus versiones más primitivas, la esencia del acecho y la brutalidad del ataque sorpresa que redunda en el choque de armamentos y estrategias completamente dispares, ponderando así la irreductible voluntad de sobrevivencia del ser humano.
- El Dato: Lindsay LaVanchy, Louis Ozawa, Rick Gonzalez y Michael Biehn son algunos de los actores que ponen su voz en la película.
Dado el sobresaliente resultado de dicha producción, ahora el realizador también otrora responsable de Avenida Cloverfield 10 (2016), apuesta por darle continuidad siguiendo la misma línea. Esta vez lo hace en formato de animación, con tres historias sobre redención, venganza y aprendizaje, ubicadas en tiempos y civilizaciones distintas, que al final habrán de entrelazarse encaminándose a la ampliación de este universo gracias al siempre funcional recurso del reclutamiento de ganadores.
El diablo en el camino, una cinta entre la fe, la religión y la guerra
Así entonces, en Killer of Killers —el cual es el título original de la película— vamos de la Escandinavia vikinga al Japón feudalista y la Segunda Guerra Mundial, con la furia del espíritu tribal, la mística del guerrero y el idealismo militar, impulsando combates donde, a diferencia de lo que sucedía en la mayoría de las entregas de la franquicia, los personajes deberán adaptarse de manera inmediata y dejar que el ingenio se manifieste sobre la marcha.
Es de este frenético desarrollo que, sin escatimar los cercenamientos y la sangre, surgen secuencias salvajes vestidas de una estilizada visceralidad, haciendo explotar perspectivas rebuscadas y puntos de vista que aluden a la funcionalidad de los videojuegos —dígase en primera o tercera persona—, estirando la tensión y aumentando el dramatismo con el Depredador como detonador y catalizador perfecto, cuya mirada furtiva se convierte en la del espectador generando una vertiginosa inmersión.
Cierto que en el camino hay que aceptar convenciones como la de que a un piloto le baste con su instinto para manipular un vehículo alienígena, o que el alcance de la resistencia del cuerpo humano sea suficiente para resistir ante oponentes cuyas capacidades físicas la misma ficción nos viene planteando que son infinitamente superiores.
Pero esto nos resulta sencillo ante lo minucioso y potente de la ejecución, amén de la claridad de los objetivos de una vertiginosa experiencia que encuentra algunos de sus mejores momentos en la insólita cacería aérea. La película animada Depredador: Cazador de Asesinos ya está disponible en la plataforma de Disney Plus.
Y si tienes ganas de hacer un recorrido por una de las sagas más queridas por el público antes de ver el estreno, este es el orden de las cintas que pertenecen al universo de Depredador: Predator (Depredador), la primera, realizada en 1987 y protagonizada por el actor y empresario estadounidense Arnold Schwarzenegger; Predator 2, de 1990; Batman: Dead End, un bonus lanzado en el año 2003; Alien vs. Predator, un spin-off del 2004; Alien vs Predator 2: Requiem, estrenada en el 2007 y nominada a dos premios Razzie; Predators, estrenada en el 2010; y Predator, del año 2018.
