Con una mezcla de thriller erótico, secretos familiares, relaciones tóxicas y crítica social, la nueva producción de Netflix, Pecados inconfesables, es una de las apuestas mexicanas más ambiciosas del año. La serie protagonizada por Zuria Vega, Erik Hayser, Adriana Louvier, Andrés Baida y Regina Pavón, se adentra en el lado más perverso de las altas esferas de la sociedad.
En entrevista con La Razón, Adriana Louvier y Regina Pavón hablaron de su llegada a la serie, así como el desafío emocional y social que implicaron sus roles: madre e hija.
- El Dato: Pecados inconfesables toca temas sociales, como la violencia de género, la manipulación tecnológica, el poder corrupto y los vínculos familiares
“Mi personaje es Fedra, una mujer de clase alta, sin límites en sus gustos ni en su sexualidad. Es un personaje fuerte, que se cuece a fuego lento y tiene secretos. A mí siempre me han parecido los personajes con secretos los más interesantes porque pueden ser todo lo contrario a lo que aparentan”, compartió Adriana Louvier.
El diablo en el camino, una cinta entre la fe, la religión y la guerra
Por su parte, Regina Pavón interpreta a Ximena, hija de Fedra, una joven ingeniera en sistemas que regresa a México tras un largo exilio emocional. “Siento que mi personaje es más la mamá de su mamá. Es alguien muy cerebral, que regresa para intentar poner orden, pero termina siendo cómplice. Me encantó que fuera tan distinta a otros papeles que he hecho, donde la emoción dominaba todo”, contó sobre su rol.
Aunque la serie se promociona como thriller erótico, las actrices coincidieron en que su dimensión social es igual de relevante. “Este tipo de contenidos son una manera de visibilizar temas que siguen siendo urgentes en nuestra sociedad, como la violencia contra la mujer. No importa qué tan poderosa o independiente seas, muchas veces puedes vivir una violencia brutal dentro de casa y nadie lo imagina”, expresó Louvier.
- 18 episodios tiene la serie que recién llegó a Netflix
Pavón añadió que la serie también toca la invasión a la privacidad: “La tecnología es un arma de doble filo. Puede ser maravillosa, pero también muy peligrosa si se usa mal, y eso se ve reflejado en la trama”.
Sobre lo que las hizo aceptar el proyecto, Louvier destacó la historia y la psicología de los personajes: “Me atrapó desde los primeros capítulos. Me gustó cómo están posicionadas las mujeres”. Pavón, por su parte, celebró la fusión de géneros: “Combina un thriller que te genera ansiedad con un drama profundo que sólo los mexicanos sabemos contar”.
En el set, la experiencia fue igual de intensa. “Hay una escena muy erótica y caliente en una cueva espectacular. Nunca había hecho algo así. Fue interesante porque simula una orgía. No participo directamente, pero estoy ahí… y fue toda una experiencia”, reveló Louvier.
Pavón también recordó el frío de las locaciones: “Nos veían con vestidos como si hiciera calor, pero nos moríamos de frío. En los cortes, Adriana y yo buscábamos un huequito de sol para comer”.
UNA PRODUCCIÓN MEXICANA. En cuanto al auge de las producciones mexicanas, ambas actrices coincidieron en que vivimos un momento clave. “Tenemos una manufactura que no le pide nada a otros países. Lo que más celebro es que se están apostando por historias originales. Ya basta de tanto remake”, expresó Adriana Louvier.
Mientras que Regina Pavón agregó: “El mundo nos está mirando. Hay talento en guion, dirección, arte… México tiene todo para seguir siendo un referente”.
Ambas actrices también están explorando otros caminos creativos: Adriana Louvier produce teatro con Lobos por corderos, actualmente en el Teatro Lucerna, mientras que Regina Pavón escribe una serie junto a su pareja. “No tenemos que encasillarnos en un solo rol”, coincidieron.
La producción mexicana Pecados inconfesables se encuentra ya disponible en la plataforma de Netflix. “Son capítulos llenos de misterio, erotismo y emoción. Les va a encantar cómo se aborda una historia de mujeres poderosas, heridas abiertas y secretos que arden como gasolina, dejando la pregunta… ¿Hasta dónde puede llevarte un pecado inconfesable?”, concluyeron las actrices.
