Durante diez años, la directora Analeine Cal y Mayor siguió la historia de un hombre y una mujer que enfrentan el final con lucidez y rebeldía. De ese largo proceso nació Dulce Muerte, un documental que aborda con valentía el tema de la eutanasia, y que llegará a las salas mexicanas el próximo 30 de octubre, en plena temporada del Día de Muertos.
“Comencé a grabarlo hace una década. Fue un proceso de ocho años, entre viajes, pausas y esperas. Ninguno de mis personajes vivía en México, así que cada vez que tenía recursos me iba a grabar”, contó a La Razón la realizadora Analeine Cal y Mayor. “En el documental uno va descubriendo la historia en la edición. No hay un guion cerrado. Por eso la labor de mi editora fue esencial: encontrar la emoción detrás de cada fragmento de realidad”, añadió.
- El Dato: En México la eutanasia activa es ilegal en todo el país; el Código Penal Federal penaliza “la muerte médicamente asistida” con sanciones de 1 a 12 años de prisión.
El proyecto surgió tras una noticia que la conmovió: “Leí sobre un periodista que reportó cómo adultos mayores australianos viajaban a morir a Tijuana. Me pareció impactante: morir tan lejos de casa. Poco después mi abuela pasó su último mes en mi casa, y cada cumpleaños pedía como deseo ‘ya morirme’. Se juntaron esas dos cosas y me hicieron reflexionar sobre lo que significa decidir cuándo despedirse”.

Hipnosis 2025: Calaveritas sonoras entre post punk, folk y jazz fusión
En Dulce Muerte, el espectador sigue dos caminos paralelos. El del Dr. Philip Nitschke, activista australiano que perdió su licencia médica por defender la eutanasia y decidió hacer stand-up para hablar del tema. Y el de Kathy, una mujer inglesa de 91 años que viaja por primera vez a México para intentar conseguir un líquido letal de manera ilegal. “Lo más difícil fue seguir a Kathy. Imagínate, venir desde Inglaterra, con todos los riesgos, sólo para morir en paz. Me preguntaba por qué lo hacemos tan difícil para quienes podrían escoger cómo pasar sus últimos días. Todos vamos a morir, pero casi nadie se atreve a hablar de ello”, reflexionó Analeine Cal y Mayor.
La directora busca que el público dialogue sin miedo: “En México celebramos la muerte, pero no la entendemos. Ponemos ofrendas, compramos pan de muerto, pero evitamos hablar del final. Estrenamos el 30 de octubre justamente para invitar a romper ese tabú. No hay que esperar a una mala noticia médica para pensar cómo queremos irnos”.
El filme, que pudo terminarse con el apoyo del actor Viggo Mortensen, se exhibirá en la Cineteca Nacional, Cine Tonalá, Cinépolis y circuitos culturales de todo el país, desde Chiapas hasta Monterrey. “Queremos que la gente busque su cineclub y se atreva a ver una historia que incomoda, pero que también reconcilia”, dijo la directora.
El estreno coincide con un gran momento para el documental mexicano. “Hace unos años nadie contrataba Netflix para ver documentales. Ahora tengo amigas que lo hacen sólo por eso. Hay una explosión de obras importantes, desde las de Tatiana Huezo hasta las de Bernardo González. Ya nadie los ve como algo aburrido”, celebra.
Cal y Mayor, quien también trabaja como directora en una serie de Netflix producida por Mar Abierto, adelantó que su siguiente proyecto será un nuevo documental, esta vez con protagonistas mexicanas. “Termino la serie en diciembre y continúo con ese rodaje. Seguiré en el documental porque ahí encuentro la verdad más pura: mirar de frente la vida… y la muerte.”

